No hay seguridad sin guardias de seguridad
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Señora Directora:
Otra vez conocemos del lamentable asesinato de un guardia de seguridad, esta vez en medio de un asalto en una plaza de peaje, que se suma al violento ataque del que fueron víctimas guardias de un supermercado hace algunas semanas. Estos hechos dejan en evidencia no sólo el incremento y la crudeza de estos delitos, sino que indefectiblemente nos lleva a poner nuevamente el foco en la urgencia de una nueva Ley de Seguridad Privada, la cual se tramita desde 2008 en el Congreso.
Desde la industria sugerimos evaluar cuáles son las reales necesidades actuales de la seguridad privada, que han cambiado mucho en 12 años. El tiempo transcurrido desde sus textos y observaciones iniciales podría amenazar con la obsolescencia a lo que hoy discuten los legisladores. Lo recomendable sería garantizar una mayor coordinación entre las empresas de seguridad y las Fuerzas de Orden, así como un incremento real del involucramiento y los recursos de las empresas contratantes. Tan o más importante que eso es que las empresas del rubro puedan elevar un nuevo estándar para quienes contratan.
Un nuevo marco legal demanda también, por parte de las empresas que contratan los servicios, mayores recursos y acciones que consideren el verdadero rol de los guardias privados: actores coadyuvantes de la seguridad pública, que están en la primera línea en las distintas instalaciones y que, generalmente, actúan en un marco de mucha indefensión legal y desproporcionalidad, en protección de clientes y público en general, frente a la creciente delincuencia.
Esperamos una ley de seguridad privada moderna, que recoja la lamentable sofisticación de los delitos, su crecimiento y su cada vez más violenta ejecución.
Jorge Revilla Tejerina
Gerente General Grupo EULEN Chile
