Señora Directora:
En el debate actual ha aparecido la idea de que deben "ponerse en la balanza" los resultados económicos y los de salud pública. Esa mirada se apoya en parte en la idea de que se trata de un shock transitorio tras el cual volveremos a la "normalidad" previa. Me parece un enfoque erróneo y creo que sería más adecuado ver la pandemia como una guerra: en ese caso, la misión de la economía es movilizar todos los recursos necesarios para ganar la guerra protegiendo a sus ciudadanos.
Consideraciones como inflación o el déficit fiscal deben ser irrelevantes en este contexto. Durante la Segunda Guerra Mundial el déficit público de EEUU subió desde 3% del PIB en 1939 hasta 27,5% en 1943, y fue el esfuerzo de guerra lo que finalmente puso fin a la gran depresión.
Debemos movilizar los recursos para las necesidades esenciales de ahora (equipamiento de salud) y también comenzar a pensar en el largo plazo: necesitaremos grandes inversiones para crecer en un mundo que ya no será el mismo. Nada de eso será posible sin cohesión y disciplina social, y ésta será destruida si las personas perciben que mientras se pide un esfuerzo colectivo, ellas son dejadas solas.
Claudio Huepe
Director del Magíster en Regulación, Mercado y Política Energética UDP