Acuerdo Codelco-SQM: una buena noticia que desafía a Antofagasta
HERMANN GONZÁLEZ Clapes UC
El contrato firmado entre SQM y el Estado de Chile en 2018 para la explotación del salar de Atacama incorporó una serie de transferencias para la región de Antofagasta, incluyendo al gobierno regional, tres municipios y las comunidades aledañas al salar. Estos recursos han sido sustanciales desde entonces y tuvieron un salto relevante en 2022-2023, durante los años de altos precios del litio. Desde 2018, los pagos vinculados con desarrollo regional y aporte a las comunidades totalizan más de US$ 400 millones. Este monto es adicional a las rentas de arrendamiento pagadas a Corfo, que en el mismo período totalizan cerca de US$ 8 mil millones, y a los pagos destinados específicamente a I+D que alcanzan unos US$ 200 millones.
En los últimos días se ha conocido que, tras finalizar la consulta indígena a las comunidades y asociaciones del pueblo atacameño, los aportes se crecerán en forma notable a partir de este año y hasta 2060. Esta es una buena noticia para la región de Antofagasta.
“De ser este un modelo exitoso, servirá de referencia para otros distritos mineros donde se busque combinar desarrollo económico con sostenibilidad social”.
Además de mantener aportes a los municipios de Antofagasta, San Pedro de Atacama y María Elena y al gobierno regional, el acuerdo contempla un significativo incremento en los aportes a las comunidades. En un primer fondo irán los recursos destinados al financiamiento de proyectos de inversión y de fomento que promuevan el desarrollo sustentable. Habrá un segundo fondo para financiar actividades de protección y conservación ambiental. Un tercer fondo intergeneracional tendrá la finalidad de generar ingresos adicionales para utilizarse una vez terminado el contrato y un cuarto fondo será destinado al financiamiento de proyectos e iniciativas de asociaciones indígenas atacameñas, que se vinculen con su objeto original de creación. Con estos cambios, los actuales US$ 10 millones a US$ 15 millones anuales que van a las comunidades podrían multiplicarse por 10, según cálculos de Corfo.
Los nuevos recursos para las comunidades son parte de un modelo que incluye una mayor participación e involucramiento de la población y, en consecuencia, significa un avance en descentralización. De ser este un modelo exitoso, servirá de referencia para otros distritos mineros donde se busque combinar desarrollo económico con sostenibilidad social.
En el marco de los desafíos, en los años transcurridos desde la firma del acuerdo se han identificado espacios de mejora, sobre todo para la transformación de estos recursos en proyectos de inversión concretos. La región, las comunas y las organizaciones sociales requieren una mayor capacidad técnica para el diseño de proyectos y la gestión de los recursos. Además, es necesario contar con una gobernanza que permita una mejor coordinación entre las distintas entidades beneficiadas, junto con promover una mayor transparencia para aumentar la trazabilidad de los aportes. Hacerse cargo de estos temas es crucial y hoy es aún más importante, dados los nuevos recursos que llegarán a la región cuando se cierre el acuerdo entre Codelco y SQM.