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Alianza del Pacífico: nuevos desafíos a la integración

El pasado 6 de junio los presidentes de Chile, Colombia, Perú y México suscribieron el Acuerdo que crea la Alianza del Pacífico...

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El pasado 6 de junio los presidentes de Chile, Colombia, Perú y México suscribieron el Acuerdo que crea la Alianza del Pacífico (AP). Estos países constituyen un mercado de 200 millones de personas, con un PIB combinado de US$ 1,5 billones y un comercio intrarregional de US$ 18 mil millones. Su objetivo es crear un espacio económico integrado que avance hacia la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas, a la vez que se proyecte a Asia Pacífico.

Los cuatro miembros de la Alianza del Pacíico ya tienen vigentes acuerdos comerciales bilaterales entre sí. Por ello, el desafío es avanzar en la convergencia regulatoria de las múltiples normas existentes en estos acuerdos e incorporar otros temas vinculados a la facilitación comercial y liberalización de otros factores de producción, como son el flujo de capitales y de personas. En este ámbito, las tareas prioritarias para conformar una zona de libre comercio en la subregión debieran focalizarse en la armonización de las rebajas arancelaria y en normas que permitan la acumulación de origen entre sus países miembros.

Este mercado ampliado contribuirá a alcanzar economías de escala y a desarrollar cadenas productivas más integradas en la región y con el mundo, que respondan a las nuevas formas de organización de la producción a nivel global y potencien a la región como una plataforma de negocios con el Asia.

La Alianza del Pacífico debiera, además, facilitar la incorporación de otros países de la región, tanto al Foro APEC, como al Transpacific Partnership Agreement (TPP) y propiciar una negociación balanceada de este acuerdo que a su vez aspira a convertirse en el referente en materia de acuerdos comerciales entre los miembros de APEC.

En este sentido, es importante que este nuevo referente ya se concibe como un espacio abierto y no excluyente que contempla la incorporación de nuevos socios que compartan sus objetivos, y como un proyecto de integración que viene a potenciar la estrategia de regionalismo abierto en latinoamericana y con ello a mejorar la posición de la región en la economía mundial. De hecho, una buena señal es que en esta Cumbre ya participaron autoridades de Costa Rica, Panamá, Canadá, Japón y Australia.

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