El dólar empezó sin cambios relevantes su última semana de 2025, más allá de un cobre que no para de batir récords gracias a las restricciones de oferta.
El dólar-peso abrió plano en $ 906,6 este lunes. La paridad bajó un poco la semana pasada, llegando a quedar el miércoles en mínimos desde octubre de 2024, previo al receso del día siguiente, y luego vio un leve rebote en la sesión del viernes.
Los futuros del cobre escalaban 1,9% hasta los US$ 5,62 por libra a esta hora en la Bolsa de Metales de Londres, e incluso llegaron a US$ 5,87 en los primeros negocios, tras el feriado navideño del jueves. Todos son niveles históricos para el metal rojo.
"Sigue pareciendo que todo se reduce a las expectativas", dijo a Bloomberg el director de investigación de metales básicos de Minmetals Futures, Wu Kunjin. Señaló que algunas plantas de fabricación de China, que compran cobre y son sensibles a los precios, han reducido la producción o incluso la han detenido tras la reciente alza del commodity.
Las contingencias inesperadas que han sufrido grandes minas, incertidumbre sobre la política arancelaria de Donald Trump y las bajas de tasas de la Reserva Federal siguen como telón de fondo en la narrativa sobre el cobre. El estaño y varios metales preciosos igualmente han subido con fuerza este año.
Pero el peso chileno sigue viéndose presionado por el posicionamiento en contra de los agentes extranjeros en el mercado derivado. Por siete sesiones consecutivas han reforzado la tendencia, y la posición neta superó el miércoles los US$ 7.200 millones, siendo la más agresiva desde agosto de 2024 contra la moneda local.
No se espera que esta semana sea muy dinámica, ya que el mundo sigue en modo festivo después de la Navidad y a poco del Año Nuevo. Si bien las bolsas chinas fueron la excepción, los mercados de Japón, Australia y Europa anotaron montos transados por debajo de lo habitual.