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Ban Ki-moon y la era del desarrollo sostenible

El mundo puede respirar mejor con la reelección este mes del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon...

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El mundo puede respirar mejor con la reelección este mes del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para un segundo mandato en el cargo. En un mundo fraccionado, la unidad mundial resulta particularmente vital. Durante los cinco últimos años, Ban Ki-moon ha encarnado esa unidad, tanto con su excepcional diplomacia personal como en su papel de jefe de esa indispensable organización mundial.

El consenso a favor de la reelección de Ban resulta tanto más asombroso cuanto que forman parte de él los llamados P-5, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU: EEUU, Reino Unido, China, Francia y Rusia.

Desde sus primeros días en el cargo, Ban insistió en que muchos de los mayores problemas -o la mayoría de ellos- se reducen a una realidad simple, pero brutal: ahora somos una sociedad mundial, interconectada y superpoblada, con siete mil millones de personas luchando para encontrar un punto de apoyo en un planeta muy vulnerable. Los imperativos de alimentar al mundo, mantenerlo a salvo de epidemias, como, por ejemplo, el paludismo y el SIDA, y combinar el progreso económico con la seguridad medioambiental local y mundial son los que caracterizan nuestro tiempo. Con frecuencia las causas subyacentes de la guerra y la violencia son el hambre, la pobreza y la degradación medioambiental, como, por ejemplo, el cambio climático inducido por el hombre.

En una palabra, estamos en una era mundial, que podemos denominar la “era del desarrollo sostenible”, en la que nuestra seguridad e incluso nuestra supervivencia dependerán de que el mundo entero forje un triple compromiso: acabar con la pobreza extrema, garantizar los derechos humanos a todos y proteger el medio ambiente natural contra las crisis, inducidas por el hombre, del cambio climático, la destrucción de la diversidad biológica y el agotamiento de las reservas de agua dulce y otro recursos vitales. Ban ha insistido incansablemente en la necesidad de colocar el desarrollo sostenible en el centro de nuestro pensamiento.

Los problemas de la pobreza, el agotamiento de los recursos, el cambio climático y los derechos humanos predominarán en el segundo mandato de Ban y en la labor de quienes lo sucedan como secretario general. En 2012, los gobiernos del mundo se reunirán en Río de Janeiro, veinte años después de la histórica conferencia en la que firmaron el tratado amplio para luchar contra el cambio climático inducido por el hombre. Desde entonces se ha logrado demasiado poco y, entre bastidores, Ban trabaja incansablemente para deshacer los cuellos de botella y evitar el desastre climático.

Al comienzo del tercer milenio, el predecesor de Ban, Kofi Annan, reunió a los dirigentes del mundo para que aprobaran los objetivos de desarrollo del Milenio, con las ambiciosas metas que se debían alcanzar en la lucha contra la pobreza, el hambre y las enfermedades en 2015. Ban ha sido un adalid incansable de dichos objetivos y ha organizado viarias campañas muy creativas para aumentar el compromiso con ellos a escala mundial.

El año pasado, por ejemplo, Ban lanzó una nueva y audaz iniciativa mundial, “Todas las madres, todos los hijos”, para mejorar la atención de salud de las madres y los hijos. Ha abanderado la lucha contra el VIH/SIDA, la tuberculosis y el paludismo y se ha ganado a muchos dirigentes y figuras públicas mundiales para la causa. Bajo la dirección de Ban, se están logrando avances notables, aunque, como ha subrayado, son posibles y necesarios unos avances más rápidos. En 2015, el secretario general contribuirá a guiar el mundo hacia compromisos aún más audaces en la lucha para acabar con la pobreza extrema y la privación en dos próximos decenios.

El ascenso de Ban desde la pobreza a la dirección mundial es paralelo de la trayectoria de su país. Es una historia de decencia, compromiso y generosidad que le ha granjeado la confianza mundial y puede contribuir a guiar el mundo en un momento de riesgos sin precedentes y oportunidades excepcionales.



Copyright: Project Syndicate, 2011

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