El actor político chileno más poderoso del siglo XXI
Un grupo de académicos sistematizó la historia económica de Chile en un libro editado por Llorca-Jaña y Miller (Fondo de Cultura Económica). Desde 1847, la minería ha representado al menos el 35% de las exportaciones nacionales; hoy, el cobre bordea el 50%.
En ese contexto, se ha fraguado un actor poderoso, con presencia nacional, influencia geopolítica y, en ciertos momentos, más peso que el Comité Político de La Moneda: Codelco. A diferencia de otros actores políticos, el tercer productor mundial de cobre genera dinero, y mucho.
¿Por qué, si no, el exministro y connotado empresario Alfredo Moreno habría entrado este año a su directorio? Porque comprende el poder real que ostenta.
Hace semanas volví a leer el acuerdo entre Codelco y Rio Tinto para explotar litio. Muchos lo celebraron; yo pensé: “Ojalá Rio Tinto sepa en qué se está metiendo”. ¿Por qué?
Codelco puede ser un socio formidable para destrabar inversiones con el Estado chileno y negociar internacionalmente. Pero su horizonte no es la rentabilidad, como mostró el período 2021-2023, sino el cumplimiento de un mandato político. Prácticamente no enfrenta riesgo de quiebra, por lo que su presidente puede asumir posiciones muy osadas, a diferencia de muchos de los CEO de la industria.
Ahora bien, cuando Codelco decide actuar, puede ser implacable. En 1978, Exxon compró la mina Disputada de Las Condes con opción de recompra para Enami. Décadas más tarde, en 2011, Codelco intentó ejercer ese derecho con financiamiento de Mitsui. Anglo American frustró la operación queriendo vender a Mitsubishi. Error grave.
Codelco lo interpretó como “obstrucción” a sus intereses. A los días, el entonces presidente del Senado, Guido Girardi, sentenció: “No es un problema entre Anglo American y Codelco, es un problema entre Anglo American y la sociedad chilena”. La narrativa estaba instalada. El Gobierno y la Federación Nacional Minera se alinearon en horas. Finalmente, Anglo cedió el 29,5% de Anglo Sur a Codelco-Mitsui, dando una “cálida” bienvenida al nuevo joint venture. En 2024, ambas oficializaron un acuerdo entre la División Andina y Los Bronces, creando el cuarto distrito minero de cobre más grande del mundo.
Más allá de Anglo, el tejido de influencia de Codelco es denso. Mantiene alianzas con Freeport McMoRan (desde 1994), Teck Resources (2003) y Rio Tinto (2023). Y también ha buscado desde el fin del boom de los commodities, en 2010s, reducir su dependencia de China y del cobre. Desde 2014 ha formado una red de diplomacia científica con Japón, Suecia, Alemania, Australia e India. Firmó acuerdos financieros con entidades japonesas y coreanas. Hoy tiene, además de China, oficinas comerciales en EEUU, Reino Unido y Singapur.
En paralelo, irrumpió el litio, transformando su historia, y aumentando su ya fuerte poderío geopolitico. En 2016, la Presidenta Michelle Bachelet instruyó a Codelco desarrollar un modelo de negocios en torno a este mineral.
En 2023, con la Estrategia Nacional del Litio, firmó un acuerdo con SQM. Esto generó tensiones con Tianqi Lithium, tenedora de cerca del 24% de SQM desde 2018. Tianqi, fundada por un miembro del Partido Comunista Chino y cuya actual presidenta es muy cercana al Gobierno, alegó el ostracismo decisional en que la sumía el acuerdo. Lo que parecía un negocio más, se convirtió en un choque entre el Estado chileno y la estrategia geoeconómica de Xi Jinping.
Codelco respondió diversificando su red global en torno al litio: en 2024 compró a la australiana Lithium Power International y en 2025 se alió con Rio Tinto. Aunque la china Aluminium Corporation tiene el 15% de esta última, la compañía tiene también a varios accionistas de EEUU -incluyendo a BlackRock- y la Commonwealth. Se ve como un socio geopolíticamente más equilibrado.
Este martes, la Cámara de Diputados objetó el acuerdo Codelco-SQM. Las candidaturas presidenciales seguirán debatiendo al respecto. Esta no es la primera crisis que enfrenta Codelco, y la historia muestra que es muy improbable que la institucionalidad chilena la deje caer.
De nuevo, el que Alfredo Moreno haya entrado a su directorio es una señal muy poderosa que no podemos dejar pasar.