La crisis global de Esprit, la icónica marca de ropa que alguna vez brilló en vitrinas de todo el mundo, ya golpea con fuerza en suelo chileno.
Lo que parecía una tormenta lejana ahora se siente de cerca: tras el cierre masivo de tiendas en Europa —donde solo en Alemania bajaron la cortina 56 locales—, y el colapso de su filial europea Esprit Europe declarada en insolvencia en 2024, el efecto dominó ha cruzado continentes. Meses más tarde, fue el turno de Estados Unidos.
En nuestro país, la marca opera bajo la franquicia de la firma nacional Manufacturas Interamericanas Group (Maisa), del holding San Nicolás Holding (SN Holding), propiedad de la familia Abumohor. Lo que comenzó como una tradicional fábrica textil, hoy se dedica a la importación y distribución de ropa para cadenas como Arrow y Esprit.
Pero la reestructuración de la marca también alcanzó a su operación local. Según cifras de la plataforma Xbrein, ya son nueve las tiendas cerradas en los últimos meses: Costanera Center, Valdivia, Cenco Rancagua, Mallplaza Trébol (Talcahuano), Portal La Dehesa, Marina Arauco (Viña del Mar), Alto Las Condes, Cenco Florida y Mallplaza Egaña. Y no se detiene ahí.
A fines de este mes, dos emblemáticos locales también dejarán de operar: Parque Arauco y Cenco Mall Temuco, marcando un nuevo golpe en la presencia nacional de la marca.
Por ahora, sobreviven algunas pocas tiendas. En Santiago está Portal Ñuñoa, Providencia, Plaza Los Dominicos, Easton Outlet Mall y La Fábrica Outlet. En regiones, continúan abiertas sucursales en Montemar, Plaza Reñaca, Puerto Varas y Villarrica.
El contraste es evidente en las marcas de Maisa. Mientras Arrow mantiene actividad regular en sus redes sociales, Esprit ha caído en un inquietante silencio digital: hace dos meses que no se publica ninguna actualización.
Una historia que se desvanece
Nacida en Estados Unidos a fines de los años '70, de la mano del empresario y ambientalista Douglas Tompkins y su esposa, Esprit se expandió con fuerza y estilo por más de 60 países. En Chile, hizo su debut a mediados de los '80, convirtiéndose rápidamente en sinónimo de modernidad y diseño global.
Pero en 1989, Tompkins vendió su participación para dedicarse por completo a la conservación del medio ambiente. Fue el inicio de una nueva era: en los años '90, Esprit Asia asumió el control de la compañía, trasladando su sede a Hong Kong y adquiriendo la mayoría del negocio global, incluyendo Esprit Europe, Esprit Sourcing, 63% de Esprit International y 5% de Esprit US.
Lo que siguió fue el auge. En su época dorada, Esprit llegó a contar con 770 tiendas propias y distribuía sus productos a más de 15.150 puntos de venta mayoristas en todo el mundo, abarcando más de 1,1 millones de metros cuadrados de espacios de venta en 40 países.
Hoy, ese imperio se tambalea. Las luces se apagan, las vitrinas se vacían, y la marca que alguna vez vistió generaciones enteras parece enfrentar su capítulo más oscuro. ¿Será este el principio del fin para Esprit en Chile?