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Clemente Pérez

Obras que trascienden gobiernos

CLEMENTE PÉREZ Abogado, Máster en Políticas Públicas

Por: Clemente Pérez

Publicado: Miércoles 17 de septiembre de 2025 a las 04:03 hrs.

Clemente Pérez

Clemente Pérez

Esta semana coincidieron dos grandes hitos para nuestro país: se cumplieron 50 años de la inauguración del Metro de Santiago y 30 años de la inauguración del Túnel del Melón, la primera concesión de obra pública.

En ambos casos, lo más destacable es que gobiernos de muy distinto signo fueron capaces de continuar con estas obras. El Metro ha seguido creciendo, así como las concesiones. Siempre hubo detractores, especialmente por el alto costo de estos proyectos. Pero lo cierto es que sus beneficios superan ampliamente a sus costos, y para eso existe en Chile un adecuado sistema de evaluación de inversiones públicas.

“Es cierto que no basta con el Puerto Exterior de San Antonio y que hay espacio para mejorar la productividad de la infraestructura actual. Pero nada justifica detener el proyecto”.

Por eso, no llama la atención que nuevas obras relevantes, como lo es la construcción del Puerto Exterior de San Antonio, reciba críticas, especialmente de incumbentes, es decir, de concesionarios de algunos de los terminales del actual puerto en San Antonio.

El Puerto Exterior de San Antonio es una iniciativa estratégica de Estado en Chile, que ha sido promovida y avanzada de manera transversal por múltiples administraciones presidenciales. No se atribuye a un solo gobierno, lo que refleja su carácter como política de largo plazo para la competitividad logística del país.

En el año 2012 (Piñera I) comenzaron los estudios, pues se detectó que la oferta portuaria sería insuficiente en los próximos años. En 2018, la Presidenta Bachelet confirmó la necesidad de construir un Puerto de Gran Escala en San Antonio. Luego el Presidente Piñera, en su segundo mandato, continuó con el desarrollo, requiriendo las aprobaciones ambientales y de libre competencia. El actual Gobierno ratificó su prioridad e inició la licitación internacional del molo de abrigo.

Es cierto que no basta con el Puerto Exterior. Se debe avanzar rápidamente en las carreteras, vías férreas, almacenamiento y logística complementarios. También es cierto que todavía hay espacio para ampliar y mejorar la productividad de la infraestructura existente. Pero nada de eso justifica detener el proyecto.

Los puertos actuales de la zona central no podrán manejar el volumen proyectado de contenedores para 10 años más, debido al crecimiento de la población, la economía, y del comercio exterior. El proyecto busca triplicar la capacidad actual, pasando de unos 3 millones a 9 millones de TEU (unidades equivalentes a 20 pies) anuales, asegurando un abastecimiento necesario. Además, Chile no puede renunciar a transformarse en un hub logístico en el Pacífico Sur para Sudamérica. No podemos quedar atrás frente a competidores regionales como el nuevo puerto de Chancay en Perú.

Chile tiene vocación exportadora, estabilidad en sus políticas, bajos costos de financiamiento (la infraestructura se construye mayoritariamente con deuda local). Cuando el Presidente Lagos impulsó el terminal de GNL, muchos incumbentes lo encontraron caro. ¿Qué hubiésemos hecho, todo estos años, sin poder importar gas? La infraestructura es clave para ser el país que soñamos ser. ¿Qué sería del Chile actual, si hubiésemos escuchado cantos de sirena, y hubiésemos retrasado la construcción de todas estas obras?

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