Columnistas

Conectividad aérea: un plan de vuelo para Chile

  • T+
  • T-

Compartir

La actividad aérea ha experimentado en los últimos años un gran crecimiento. Sin embargo el desarrollo en infraestructura aún es insuficiente para soportar las proyecciones de crecimiento para el futuro. Estamos en un escenario poco atractivo para el desarrollo de la industria turística en Chile. En un primer nivel, hemos perdido competitividad en uno de los principales ejes de la promoción del país al mundo: la conectividad aérea. Pero seguimos lejanos, con baja competencia en el mercado de las aerolíneas y con altos costos en los tickets, dificultando el flujo turístico internacional y generando un impacto negativo.

Por dar un ejemplo, un pasaje Santiago a Madrid, es comparativamente más costoso que uno desde Lima o Buenos Aires. El ticket desde Lima a Madrid promedia US$ 1.170, en cambio desde Chile es aproximadamente US$ 2.830.

Pero no sólo en la distancia y el costo del ticket está el problema. Hoy nuestro principal terminal aéreo se encuentra saturado por la alta afluencia de personas. Algo que sin duda entorpece el servicio que se les entrega a los turistas, perdiendo muchas veces puntos en la competitividad.

Los criterios de la calidad del servicio en los que debemos trabajar fuertemente son: tiempos de espera, rapidez de facturación, salidas y llegadas, recogida de equipaje y controles gubernamentales de aduana.

Por su parte, los aeropuertos regionales también requieren una inversión urgente en equipos y tecnología, como Concepción, Temuco y Puerto Montt. Para qué decir los lugares más remotos como Aysén y Puerto Natales. ¿Por qué no podemos tener vuelos directos desde Calama, Puerto Montt o Punta Arenas a Sao Paulo, Lima o Miami? Las ciudades en los países desarrollados del hemisferio Sur como Nueva Zelandia o Australia tienen vuelos internacionales sin necesidad de pasar por la capital, para qué decir en EEUU y la UE.

Más que respuestas inmediatas, se debe desarrollar un plan de acción que convoque tanto al sector privado como al público. Nuestro país necesita atraer y acoger iniciativas por medio del rol del Estado, que debe aumentar el flujo y las sinergias para que esto se produzca.

Sólo con una mirada estratégica de largo alcance y a través de una adecuada provisión de recursos para invertir en conectividad y en marketing de los destinos, Chile podrá dar el salto que tanto le demanda su natural desarrollo como país.

Lo más leído