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DF Conexión Asia | La guerra ruso-ucraniana: implicancias para la seguridad de Japón

Violetta Udovik Doctora en historia, cientista política, magíster en derecho (Universidad de Tokio)

Por: Violetta Udovik | Publicado: Martes 30 de mayo de 2023 a las 04:00 hrs.
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Violetta Udovik

Entre el 19 y 21 de mayo se realizó la cumbre de G7 en Hiroshima, liderada por Japón, con la presencia del Presidente Volodymyr Zelenskyy y el enfoque en el tema más preocupante de toda la comunidad internacional: la guerra de Rusia contra Ucrania.

Japón se mostró como un participante activo de las relaciones internacionales. Su gobierno apoyó la soberanía e integración territorial de Ucrania, adoptó sanciones contra Rusia y reiteró su apoyo en los organismos internacionales, como la ONU y el G7. En marzo de 2023 primer ministro Fumio Kishida realizó visita histórica a Kyiv. Esta tendencia de Japón para tener el rol más activo en los asuntos de la seguridad internacional se estableció después de la Guerra Fría, sin embargo, el hito más significativo fue la adopción de la Estrategia de Seguridad Nacional en 2013 y la doctrina de “pacifismo activo”, que promueve esfuerzos de Japón para el mantenimiento de paz y seguridad internacional sin cambiar su Constitución pacifista.

“La guerra demostró que ningún país puede confiar en que no va a ser atacado, y hoy lo que alarma más a Japón es el auge militar de China”.

La guerra ruso-ucraniana tuvo cuatro implicaciones importantes para Japón.

Primero, demostró que ningún país puede confiar en que no va a ser atacado, y hoy lo que alarma más a los japoneses es el auge militar de China. Por eso el año pasado Japón adoptó las nuevas estrategias de seguridad nacional y defensa, y decidió duplicar el presupuesto militar a 2% de PIB hasta 2027 para fortalecer sus capacidades de defensa y contraataque.

Segundo, se confirmó el peligro para la seguridad de Taiwán, un aliado fundamental de Japón en Asia, y para las islas Senkaku, controladas por Japón y pretendidas por China. La agresión de Rusia contra Ucrania presenta un precedente malicioso que podría motivar a algunos líderes a invadir a otros países y territorios. Japón y los Estados Unidos comparten la necesidad de contención a China y sus aliados, como Moscú y Pyongyang, para mantener la paz y el equilibrio en Asia.

Otro asunto importante tiene que ver con la ayuda a países que sufren un ataque militar. A pesar de su gran ayuda financiera y humanitaria, Japón no ha podido enviar las armas a Ucrania debido a que Tokio puede transferir los armamentos sólo a aquellos países que, junto con Japón, participaron en su desarrollo y producción. Para resolver este dilema, el gobierno japonés planteó la idea de ampliar la lista de países que tienen derecho a recibir armas de fabricación japonesa, incluyendo a Estados que se ven obligados a defenderse de una agresión, como Ucrania.

Finalmente, considerando que las cuatro islas en el norte de Japón conocidas como los “territorios del Norte” están ocupadas por Rusia desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, y que no existe tratado de paz entre ambos países, la invasión rusa a Ucrania presentó la evidencia de que no se puede negociar con este país, ni confiar en sus líderes.

Visto así, la guerra ruso-ucraniana ha tenido un impacto drástico en la política de seguridad japonesa. Esto me hace pensar que Japón seguirá teniendo una agenda política internacional potente y hará el máximo esfuerzo para asegurar la paz integral, justa y duradera en Ucrania, que lucha por su existencia y su derecho a ser un miembro libre y democrático de la comunidad internacional.

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