Enrique Manzur

Admisión 2017: excelencia, segregación y diversidad

Ph.D Vicerrector Económico Universidad de Chile

Por: Enrique Manzur | Publicado: Jueves 19 de enero de 2017 a las 04:00 hrs.
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Mientras aún se desconoce cuál será el destino del proyecto de reforma a la educación superior y con el quiebre en el Consejo de Rectores entre las universidades estatales (CUECH) y las privadas tradicionales (G9) como telón de fondo, ha concluido un nuevo proceso de selección universitaria. En esta oportunidad se inscribieron 290 mil jóvenes de los cuales solo 258 mil efectivamente rindieron la PSU y de ellos 145 mil postularon a las 36 universidades que participan en el Sistema Único de Admisión (SUA), quedando en definitiva 100 mil seleccionados en alguna de esas 36 instituciones.

El proceso volvió a mostrar las profundas brechas que existen en el desempeño de los estudiantes, tanto por nivel socioeconómico como por tipo de establecimiento de procedencia. A manera de ejemplo, el 70% de los puntajes nacionales proviene de colegios particulares, ello pese a que la matrícula en este segmento de colegios representa menos del 10% del total del sistema. Asimismo, de los 100 colegios con mejor rendimiento en la PSU 93 son particulares, 5 subvencionados y solo 2 municipales. En promedio los alumnos de los colegios particulares alcanzan alrededor de 130 puntos más en las pruebas de lenguaje y matemáticas en comparación con el resultado que obtienen aquellos que egresan de la educación municipal, brecha que lamentablemente se ha ido acrecentando en el tiempo. En la misma línea, un alumno perteneciente al 20% de mayores ingresos tiene más de 20 veces mayor probabilidad de obtener 700 puntos que un joven del quintil más pobre.

En este contexto, un gran desafío para las universidades más selectivas del país es lograr compatibilizar excelencia académica con diversidad. La literatura especializada y la evidencia empírica muestran que un claustro estudiantil diverso socioculturalmente enriquece y mejora significativamente el proceso de aprendizaje. Por ello, la Universidad de Chile históricamente se ha preocupado por ofrecer un espacio que acoja y convoque a todos los estudiantes talentosos independientemente de su origen o situación socioeconómica. Lo anterior se puede graficar en que de los mil mejores puntajes a nivel nacional, que equivale a obtener más de 750 puntos, solo 90 provienen de colegios municipales, pero de ellos el 70% eligió la Universidad de Chile. En particular, este año de los 5.738 estudiantes seleccionados por PSU, un 34% proviene de colegios particulares, 42% de subvencionados y 24% de municipales y con un puntaje promedio global cercano a los 700 puntos. De esta manera se forma un cuerpo estudiantil heterogéneo, representativo de todos los tipos de colegios y niveles socioeconómicos. Así, jóvenes que provienen de realidades muy distintas y que solo tienen en común su capacidad y talentos, tienen la posibilidad de compartir y aprender juntos.

En definitiva, el principal desafío país es emparejar la cancha de manera que todos los jóvenes tengan, desde la más temprana edad, la oportunidad de acceder a una educación de calidad.

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