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Fogape: ¿para todos o para unos pocos?

Sebastián Robles Fundador de KREDITO

Por: Sebastián Robles | Publicado: Jueves 23 de abril de 2020 a las 04:00 hrs.
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Sebastián Robles

Si bien el Congreso despachó en tiempo récord de tres días la nueva ley que entrega capital adicional para llegar a 24 mil millones de dólares en créditos con garantías del Estado para pequeños empresarios (FOGAPE), en la práctica este apoyo llegará a muy poca empresas. Se utilizarán los mismos mecanismos de distribución de 2019 que ya fueron incapaces de lograr la cobertura que necesitan las empresas del país. Todos los bancos privados juntos cursaron menos de 11 mil créditos con FOGAPE el primer semestre de 2019, pero en Chile se estima existen más de 800.000 MIPYME que representan el 97% de las empresas en el país.

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Para postular a créditos con garantía del Estado en un banco las empresas necesitan estar bancarizadas. Según cifras compartidas en la prensa por la ASECH se estima que más del 60% de ellas están sub-bancarizadas. En otras palabras, por donde se mire es evidente que las iniciativas de crédito con garantía del Estado que impulsan el Gobierno y los bancos llegarán en la práctica a muy pocas empresas. Claramente podemos hacer muchísimo más como país para facilitar el acceso a este beneficio.

¿Cómo podemos realmente democratizar el FOGAPE? Con colaboración, innovación y nuevos modelos de negocio. El primer paso natural es que todo el ecosistema de la industria financiera trabaje unido para ayudar al país. Gobierno, bancos, fondos de inversión, factoring y FinTech pueden trabajar de la mano para navegar esta crisis. Los bancos privados no pueden hacer todo solos y, pese a sus buenas intenciones, su impacto en cobertura para MIPYME es bajísimo. Si se apoyaran en las FinTech por ejemplo, podrían crecer en clientes y colocaciones de forma mucho más eficiente que hoy, pudiendo así tener un impacto país mucho mayor y democratizando el acceso a FOGAPE.

Un segundo paso natural es digitalizar la distribución de los créditos. Con una originación 100% digital, sin sucursales y sin ejecutivos para atender a las empresas más pequeñas, los costos de distribución deberían poder bajar a un costo cercano al 1% del crédito. Podemos aprender rápidamente de otros continentes en donde hace años ya existen esos niveles de eficiencia gracias a la tecnología. En Chile ya existe una ley de firma electrónica y es posible crecer en clientes y colocaciones sin pisar una sucursal, de forma 100% digital.

La jugada final para lograr la democratización es replicar el modelo de Cornershop, para que las FinTech puedan ayudar a los bancos a llegar a nuevos clientes. Tal como Walmart trabaja con ellos y en paralelo desarrolla sus canales propios, la banca hoy puede apoyarse en las FinTech para distribuir sus productos. Si existen limitaciones tecnológicas o comerciales para crecer en clientes, los bancos pueden apalancarse en ellas para llegar a muchas más empresas este año y tener mucho más impacto en el país. En Estados Unidos el Gobierno, además de trabajar con los bancos para distribuir el apoyo económico, se va a apoyar en las FinTech. Aquí podemos hacer lo mismo para tratar de ayudar a las más de 800.000 empresas MIPYME que existen en nuestro país.

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