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Columnistas

José

Padre Raúl Hasbún

Por: Equipo DF

Publicado: Jueves 21 de diciembre de 2017 a las 20:54 hrs.

Nuestra Universidad Católica, consistente líder en todo ranking de calidad universitaria, es el mejor desmentido al trasnochado eslogan de que la Fe es incompatible con la Razón y la Ciencia; o la Religión, opio del pueblo. Los exitosos profesionales, docentes e investigadores formados en nuestra UC no son precisamente drogadictos, ni vendedores de humo.

Fiel al mandato cristiano de evangelizar todos los estratos de la cultura, y ofrecer respuesta a las necesidades de cuerpos terrestres y almas celestes, tempranamente nuestra UC aspiró a ejercer igual liderazgo en el mundo deportivo. Se la considera uno de los tres grandes en nuestro fútbol profesional, y la mejor cantera formativa de deportistas de alto nivel profesional y ético.

La directiva Cruzada ha elegido, como nuevo Director Técnico, al vasco Beñat San José. Con ingenio periodístico, un matutino tituló: "Católica cree en San José". Sin querer queriendo, un sólido mensaje teológico: todo nacer y renacer de vida cristiana tiene, como protagonista, a San José.

Sin José, la vida de Cristo habría sido violentamente abortada antes de nacer; o con la misma, brutal violencia asesinada poco después de nacer. Fue la fe de José, obediente sin preguntas ni quejas a una revelación angélica, la que creyó en la virginidad de su esposa y en el origen sobrenatural de la criatura que vivía en su vientre.

Por esa fe, no sólo se abstuvo de denunciarla como adúltera, condenándola con ello a morir lapidada, sino se adelantó a reconocer como hijo, ante la ley y la sociedad, a ese niño que él no había engendrado desde su carne sino por la superior fuerza de su espíritu. Los sublimes conceptos de adopción y paternidad espiritual le deben la mayor parte de su hoy reconocido valor a la fe heroica de San José.

Heroísmo de fe que le hizo obedecer una nueva revelación angélica para tomar de noche al Niño y a su Madre y llevarlos por el desierto hasta Egipto, lejos del furor infanticida de Herodes. ¿Se entiende ahora por qué todo nacer y renacer de vida cristiana tiene como protagonista a San José?

La paternidad no se agota en el engendrar: exige alimentar y educar. De todo ello se hizo cargo José, virginal esposo de María virgen, y padre adoptivo de Jesús. La riqueza en imágenes agrícolas, pastoriles y fabriles que Jesús despliega en sus parábolas no se explica sin la enseñanza y testimonio de José. Más aún: sicológica y pedagógicamente, la asombrosa novedad que Jesús introdujo en el lenguaje religioso, llamando a Dios "Abba=papito", es el ícono de la transferencia a Dios de lo vivido en la propia familia.

José hizo en la tierra todo lo que Dios le pedía. Dios hace hoy, en el cielo, todo lo que José le pide.

Bien ha hecho la Católica en contratar a San José.

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