La plaza ya no es la misma...
Profesor U. De Chile, consultor en Planificación de Tecnologías
El primer concepto de marketing que uno aprendía era el de las “5P” (Producto, Precio, Promoción, Plaza y Personas). Si bien la teoría no ha perdido validez, uno de estos pilares se enfrenta hoy a una revolución. Hablo de “Plaza”, aquel lugar de fácil acceso, visibilidad, cercanía, alto tránsito, o lo que se requiera para llegar al público objetivo. La ubicación es clave en la rentabilidad del negocio y también en el valor de la propiedad.
Pero puede que ahora haya un nuevo aspecto a considerar. Todo partió en Japón en 1996, con los “Pocket Monsters” o Pokemon. Fueron furor en televisión, juegos de video, álbumes, figuras de plástico y todo el merchandising imaginable. Después de unos años la moda Pokemon decrece, pero los monstruos quedan arraigados en la cultura y afecto de una generación completa.
Veinte años después, John Hanke -fundador de Nianti, hoy compañía de Google- propone revivir a los Pokemon, pero esta vez instalados en la geografía real a través de un juego para smartphones. La idea de Pokemon-go es simple: usando mapas y sincronizando celulares, los jugadores van por la ciudad buscando personajes y acciones, interactuando con otros jugadores, absorbiendo toda su atención y la batería del celular.
Miles de personas pululan por Nueva York, Sydney o Tokyo teléfono en mano. La policía se preocupa por los accidentes de los distraídos jugadores; los analistas por los efectos del juego en la mente del público y otros por el valor de su negocio y/o propiedad.
Supongamos que en la esquina de mi heladería no pasa nada; más bien no pasa nadie. Pero está “todo pasando” a sólo tres cuadras de distancia (plaza, plaza, plaza…). Entonces el bueno de Hanke pone en acción Pokemo-go en mi esquina. Se llena de gente, vendo más helados, en especial cuando a los jugadores se les agota la batería, por lo que ofrezco el servicio de carga. Ahora mi esquina está de moda, gracias a que Pokemo-go cambió la geografía; modificó, al menos por un rato los parámetros del concepto “plaza”.
Quizás la moda pase, quizás Pokemon-go empiece a cobrar por poner de moda una esquina, o compre esquinas para ponerlas de moda, o haga una franquicia. O que la publicidad en esquinas virtuales sea más importante que en las reales. Como todo en el mundo virtual, esto está recién comenzando, se abre apenas la puerta, y por la rendija vemos un mundo de oportunidades, de reglas reescritas, de dinero muy real.