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Columnistas

La plaza ya no es la misma...

Profesor U. De Chile, consultor en Planificación de Tecnologías

Por: Equipo DF

Publicado: Miércoles 31 de agosto de 2016 a las 04:00 hrs.

El primer concepto de marketing que uno aprendía era el de las “5P” (Producto, Precio, Promoción, Plaza y Personas). Si bien la teoría no ha perdido validez, uno de estos pilares se enfrenta hoy a una revolución. Hablo de “Plaza”, aquel lugar de fácil acceso, visibilidad, cercanía, alto tránsito, o lo que se requiera para llegar al público objetivo. La ubicación es clave en la rentabilidad del negocio y también en el valor de la propiedad.

Pero puede que ahora haya un nuevo aspecto a considerar. Todo partió en Japón en 1996, con los “Pocket Monsters” o Pokemon. Fueron furor en televisión, juegos de video, álbumes, figuras de plástico y todo el merchandising imaginable. Después de unos años la moda Pokemon decrece, pero los monstruos quedan arraigados en la cultura y afecto de una generación completa.

Veinte años después, John Hanke -fundador de Nianti, hoy compañía de Google- propone revivir a los Pokemon, pero esta vez instalados en la geografía real a través de un juego para smartphones. La idea de Pokemon-go es simple: usando mapas y sincronizando celulares, los jugadores van por la ciudad buscando personajes y acciones, interactuando con otros jugadores, absorbiendo toda su atención y la batería del celular.

Miles de personas pululan por Nueva York, Sydney o Tokyo teléfono en mano. La policía se preocupa por los accidentes de los distraídos jugadores; los analistas por los efectos del juego en la mente del público y otros por el valor de su negocio y/o propiedad.

Supongamos que en la esquina de mi heladería no pasa nada; más bien no pasa nadie. Pero está “todo pasando” a sólo tres cuadras de distancia (plaza, plaza, plaza…). Entonces el bueno de Hanke pone en acción Pokemo-go en mi esquina. Se llena de gente, vendo más helados, en especial cuando a los jugadores se les agota la batería, por lo que ofrezco el servicio de carga. Ahora mi esquina está de moda, gracias a que Pokemo-go cambió la geografía; modificó, al menos por un rato los parámetros del concepto “plaza”.

Quizás la moda pase, quizás Pokemon-go empiece a cobrar por poner de moda una esquina, o compre esquinas para ponerlas de moda, o haga una franquicia. O que la publicidad en esquinas virtuales sea más importante que en las reales. Como todo en el mundo virtual, esto está recién comenzando, se abre apenas la puerta, y por la rendija vemos un mundo de oportunidades, de reglas reescritas, de dinero muy real.

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