Las discusiones que vienen en las empresas chilenas

Es posible que durante el presente año en varias compañías se retomen con fuerza temas que van a marcar la agenda de sus accionistas controladores y de sus directorios en relación a su gobierno corporativo.

El primero de los temas es el reemplazo de las empresas de auditoría el que ya ha sido levantado con fuerza por parte de las AFP, las que a su tradicional requerimiento de rotación de los auditores han agregado una petición de cambio de auditores en el caso de las empresas auditadas por PriceWaterhouse en una suerte de “multa privada” por una gestión que juzgan inadecuada por parte de la empresa auditora en el caso de La Polar. El mensaje seguramente va a ser escuchado por la industria de empresas de auditoría y es posible pensar que tanto las horas de trabajo invertidas por éstas en el análisis de riesgos de sus clientes, como sus honorarios por las funciones que desempeñan vayan al alza.

El segundo tema es el de la mayor demanda de información por parte de los directores a la administración, como ya se ha observado en varios directorios. Ya no va a bastar tener una respuesta basada en la opinión de la administración para temas relacionados con el riesgo de la compañía, la certidumbre de los valores consignados en los estados financieros, como también toda transacción con empresas relacionadas. El tratamiento de los mismos va a dar origen a un análisis más documentado, a informes de expertos independientes y, en consecuencia, a un mayor tiempo invertido en el análisis, tanto antes de las reuniones como durante las mismas.

El tercer tema es el de los seguros de responsabilidad por parte de los directores. Este tema ya se ha discutido en prácticamente todos los directorios y su resultado va a ser una revisión de los montos de cobertura con un aumento que ya se ha observado con posterioridad al caso de La Polar, de acuerdo a lo señalado por representantes de la industria de seguros.

Finalmente, el tema de las compensaciones también se ha empezado a poner arriba de la mesa con mayor fuerza que en el pasado, donde típicamente en las juntas de accionistas algún representante de las AFP planteaba su disconformidad con el nivel de compensaciones de algunos de los directorios. En el presente existe mayor información que posibilita un análisis más profundo que el del pasado y el que a su vez permite calificar de mejor forma si las compensaciones de una compañía son relativamente altas o bajas. En este último caso se desincentiva la entrada de directores que tienen un elevado costo de oportunidad, a lo que se suma la presión de las mayores horas de trabajo que deberán invertir quienes desempeñan dichos cargos.

Por lo visto, los costos de agencia asociados a estos temas van a ir al alza para las compañías; sin embargo, la literatura académica ha probado que las compañías que tienen un mejor gestión de su gobierno corporativo son premiadas con un valor de 5% de mayor valor de sus acciones con respecto a aquellas que no tienen la misma calidad de esa gestión. Quizás este mayor costo que se visualiza pueda ser compensado al fin y al cabo.