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Pandemia y oficinas: ¿más o menos espacio?

Álvaro Ossandón, gerente de Transacciones JLL Chile

Por: Álvaro Ossandón | Publicado: Lunes 13 de julio de 2020 a las 08:00 hrs.
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Álvaro Ossandón

Cuando el trabajo remoto se convierte en la tónica para millones de personas en todo el mundo, lo primero es hacer ciertas distinciones conceptuales, como por ejemplo diferenciar entre home office y teletrabajo, dado que no son lo mismo.

El home office es una forma de teletrabajo, también se puede teletrabajar desde un café, un restaurante o un parque. Es mucho más que trabajar desde casa, es flexibilizar el lugar de trabajo.

Si es que el teletrabajo llegó para quedarse, los espacios flexibles cobrarán un fuerte rol. No necesariamente espacios de coworking sino empresas donde se puedan arrendar espacios por periodos cortos, con puestos de trabajo que permitan crecer por proyectos y luego volver a achicarse.

Tener múltiples espacios dentro de la ciudad para que los equipos de trabajo no tengan que trasladarse en grandes distancias y además dejando de hacer grandes inversiones, como por ejemplo en habilitación.

Para tratar de analizar esta tendencia en el mercado inmobiliario de las oficinas, hay una serie de fenómenos a evaluar. El más evidente es la disminución de puestos de trabajo requeridos por las empresas en las oficinas.

Pensemos que las empresas, aplicando el teletrabajo, ya no van a tener a una persona por cada puesto, sino que podrían tener 1,2 o incluso 1,5 personas por escritorio. Esto podría significar una reducción de entre un 20% y el 50% de la superficie requerida.

El segundo, y en contraposición con lo anterior, se observa una tendencia a aumentar los metros cuadrados que las empresas destinaban a los trabajadores.

Tradicionalmente se hablaba de una razón de 10 metros cuadrados (m2) por persona (incluyendo baños, salas de reuniones, pasillos, cafeterías, etc.) y hoy, dadas las políticas de distanciamiento social, vemos que ésta razón podría aumentar a 12 m2 o incluso 15 m2 por persona, lo que resultaría en un aumento de la superficie requerida por la empresa entre un 20% y un 50%.

En definitiva, la poca evidencia que tenemos hoy nos podría llevar a la suma cero en la relación aumento versus disminución de espacio, y creo que ambos fenómenos terminarán anulándose parcialmente y resultando en tendencia de aumento o disminución de metros cuadrados en porcentajes mucho más bajos, del orden del 10% o 15%.

En este sentido, lo esperable es la proliferación de espacios flexibles de trabajo por toda la ciudad, incluso en en sectores no tradicionales de oficinas.

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