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Columnistas

¿Puede Chile replicar el modelo hídrico de Egipto?

JUAN FRANCISCO SÁNCHEZ Valdivia Legal

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 13 de mayo de 2025 a las 04:02 hrs.

En el corazón del desierto egipcio se está gestando una revolución agrícola sin precedentes. El ambicioso proyecto del Nuevo Delta busca desviar aguas del Nilo para convertir vastas extensiones áridas en tierras fértiles. Con una inversión estimada de US$ 5.250 millones, el plan contempla la construcción de un canal artificial de 114 kilómetros, destinado a irrigar más de 900.000 hectáreas de desierto.

El objetivo es garantizar la seguridad alimentaria, reducir la dependencia de importaciones y generar empleo. Se estima que el proyecto podría crear alrededor de 10.000 empleos directos y más de 360.000 indirectos, además de fomentar el desarrollo de nuevas ciudades sostenibles en zonas previamente inhabitables.

“Replicar el modelo presenta desafíos considerables, pero también ofrece una oportunidad para repensar la gestión del agua y la agricultura en el país”.

Chile enfrenta desafíos similares en términos de escasez hídrica, especialmente en las regiones norte y centro del país. La idea de replicar un proyecto de esta magnitud plantea interrogantes sobre su viabilidad técnica, económica y ambiental.

Desde el punto de vista técnico, Chile posee la experiencia en grandes obras de infraestructura y cuenta con profesionales capacitados en ingeniería hidráulica. Sin embargo, la geografía y climatología chilena presentan desafíos únicos que requerirían soluciones adaptadas a las condiciones locales.

Económicamente, una inversión de esta envergadura demandaría una planificación financiera robusta y posiblemente la colaboración entre el sector público y privado. La rentabilidad del proyecto dependería de factores como la eficiencia en el uso del agua, la productividad agrícola y el acceso a mercados.

Ambientalmente, la implementación de un canal artificial en zonas desérticas podría tener impactos significativos en los ecosistemas locales. Sería esencial realizar estudios de impacto ambiental exhaustivos y considerar tecnologías sostenibles para minimizar posibles efectos negativos.

Para el sector empresarial chileno, este tipo de proyectos representa una oportunidad para liderar en innovación y sostenibilidad. Empresas especializadas en tecnologías de riego, tratamiento de aguas y agricultura de precisión podrían desempeñar un papel clave en el desarrollo de soluciones adaptadas a las necesidades del país.

Además, la colaboración entre universidades, centros de investigación y el sector privado podría fomentar la creación de nuevas tecnologías y modelos de negocio que impulsen la eficiencia hídrica y la resiliencia agrícola.

Si bien replicar el modelo egipcio en Chile presenta desafíos considerables, también ofrece una oportunidad para repensar la gestión del agua y la agricultura en el país. Con una planificación estratégica, inversión en innovación y un enfoque en la sostenibilidad, Chile podría avanzar hacia un futuro donde el desierto no sea una barrera, sino una oportunidad para el desarrollo.

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