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¿Qué rol cumple la competencia en el sector financiero?

Ana María Montoya Economista, Red ProCompetencia

Por: Ana María Montoya | Publicado: Viernes 1 de julio de 2022 a las 04:00 hrs.
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Ana María Montoya

Cuando hablamos de competencia y acceso al sector financiero para personas y empresas PYME, es esencial entender las principales causas que generan restricciones financieras. Los típicos problemas que enfrentan las PYME y los hogares para acceder a préstamos están dados por la falta de información o de historial crediticio que permitan hacer una evaluación apropiada, acceso limitado a colaterales o garantías, y falta de educación financiera.

¿Qué podemos hacer desde el punto de vista de la competencia en el mercado crediticio para reducir estos problemas? En primer lugar, es necesario disminuir las fallas de mercado que son inherentes al sector financiero y que afectan tanto a la oferta como a la demanda crediticia. Por un lado, la falta de regulación a nuevos modelos de negocios es una barrera que impide dar garantías a los consumidores, lo cual es esencial para poder competir en el mercado. Asimismo, la desigualdad en acceso a la información crediticia entre oferentes es una de las mayores desventajas que limita la competencia en los mercados de préstamos, y que exacerba los riesgos de sobre endeudamiento en los consumidores.

“El acceso desigual a la información crediticia desnivela el campo de juego para aquellos prestamistas no bancarios que no pueden acceder a los datos”.

En Chile, los bancos y solo ciertos tipos de prestamistas no bancarios, según lo especificado en la Ley de Bancos, envían datos de deuda individuales a la Comisión para el Mercado Financiero, y solo aquellas entidades que están legalmente autorizadas reciben esta información. Por lo anterior, varios tipos de prestamistas no bancarios -como cajas de compensación o factoring, leasing, crédito automotriz y Fintech- no tienen acceso a ella.

Este acceso desigual a la información crediticia desnivela el campo de juego frente a aquellos prestamistas no bancarios que no pueden acceder a los datos, poniéndolos en desventaja al tomar decisiones de crédito. Este sistema induce a dos grandes problemas: generar una selección adversa, donde los entrantes se quedarán con los deudores de menor solvencia; e inducir a niveles de sobreendeudamiento, al no tener la deuda total de los consumidores para su evaluación.

Desde el punto de vista de la demanda, existen fallas de mercado que afectan su sensibilidad al precio y hacen que el mercado tenga equilibrios menos competitivos y limite entrada de potenciales oferentes, como son los costos de cambio, búsqueda y creencias sesgadas de las condiciones de mercado, lo que genera una inercia en las preferencias, y complejiza el traspaso de política monetaria en los tiempos en que estamos.

Hoy en día tenemos elementos para reducir estas fallas de mercados, las cuales están cubiertas en proyectos de Ley complementarios que tienen un foco puesto en el acceso a crédito sostenible por parte de consumidores y firmas, como son la Ley de Deuda Consolidada, la Ley Fintech y las finanzas abiertas, donde serán los consumidores quienes compartirán su información con los debidos resguardos de seguridad.

Sin embargo, a mi juicio hoy el mayor riesgo que tenemos es que el comportamiento de aquellos que buscan perpetuar las ventajas competitivas que los datos de sus clientes les han otorgado, siga impidiendo la competencia y el acceso sostenible a financiamiento para las personas y las PYME de nuestro país.

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