Click acá para ir directamente al contenido
Columnistas

Sistema previsional y crecimiento ¿un círculo virtuoso?

Investigadora Asociada Centro de Estudios Financieros, ESE Business School

Por: Equipo DF

Publicado: Miércoles 31 de agosto de 2016 a las 04:00 hrs.

Las pensiones se tomaron la agenda, lo que tiene un lado positivo, ya que el agudo cambio demográfico hace tiempo exigía poner el foco en este tema, tanto desde el punto de vista de los pensionados, como también desde una mirada más macro del fenómeno. La encuesta de empleo del INE es muy ilustrativa para entender la primacía que ha alcanzado el tema previsional. De acuerdo a esta encuesta, en el último año la población en edad de trabajar (mayores de 15 años) aumentó en 231 mil personas, cifra totalmente explicada por los mayores de 60 años, mientras que el rango etario entre 15 y 29 años cayó en 59 mil personas. Este cambio radical en la estructura demográfica, que se viene produciendo hace un tiempo, hacía inevitable que tarde o temprano hubiera que hacerse cargo.

El punto de partida debería centrarse en el mercado laboral, ya que cualquiera sea el sistema previsional, capitalización o reparto, las pensiones serán el reflejo de la situación laboral de las personas durante su vida activa. En esta materia Chile tiene aún importantes carencias, considerando que la última encuesta ESI mostró que el salario promedio del grupo asalariado es de $560.000. Si a esta cifra le aplicamos la tasa de reemplazo promedio de la OCDE (con una cotización que duplica la chilena y edades de jubilación superiores) cercana a un 60%, llegaríamos a un nivel promedio de pensiones de $330.000, no muy distinto de las cifras que obtienen en promedio los trabajadores con más de 10 años de cotizaciones, imponiendo por el total de sus haberes. El problema no está entonces en el sistema de capitalización, que transforma imposiciones en jubilaciones con resultados más que satisfactorios, dado el reducido porcentaje de cotización.

Las pensiones responden a sueldos bajos en promedio. La buena noticia es que hace cinco años, en moneda constante, el salario promedio era de $469.000, lo que significa un aumento de 20% real en el quinquenio. Esta mejoría ha sido posible gracias al crecimiento de la economía, ya que de hecho entre 2013 y 2015, con una actividad prácticamente estancada, el aumento real de salarios fue de sólo de ¡1,5% real! Volvemos a encontrarnos entonces con la importancia del crecimiento como el camino más efectivo para resolver los problemas que aún tenemos como sociedad.

Por ende, la pregunta relevante sería ¿es neutro el sistema previsional respecto a la tasa de crecimiento de la economía? La respuesta es sin duda negativa, la propia evidencia chilena es clara en esta dirección. Basta decir que entre 1960-80 la tasa de ahorro de nuestro país fluctuaba en torno a un 12% del PIB, y prácticamente se duplicó desde mediados de la década del 80, producto en parte de la reforma previsional. Chile requiere mayor ahorro para lograr crecimientos más altos, y necesitamos también cotizar más para hacer frente al cambio demográfico. Si el aumento de cotización va a las cuentas individuales, matamos dos pájaros de un tiro, en cambio, si va a un reparto, no sólo volvemos a un sistema que daña los incentivos y perjudica a los más jóvenes, sino también seguimos retrocediendo en el desafío más importante desde el punto de vista de las políticas públicas; volver a crecer. Profundizar nuestro actual sistema de pensiones puede generar ese círculo virtuoso.

Te recomendamos