Un día para nuestros niños

Se acerca una fecha muy especial para los movimientos pro-vida de todo el mundo, día en el que se festejan a todos los niños que están todavía en las guatitas de sus mamás. Este 25 de marzo miles de personas estarán contentas, en sus casas o en las calles, dando un gran sí a la vida. 


La historia nos cuenta que El Salvador fue el primer país en celebrar el Día de la Vida de manera institucionalizada, pero tiempo después la fecha oficial sería instaurada por Argentina en 1999. En ese entonces se hizo un llamado a varios países para que le siguieran y así fue como poco a poco distintas naciones latinoamericanas como Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, República Dominicana, Paraguay y Perú, entre otros, establecieron esta festividad en su calendario. Chile no se quedó atrás, y en ese mismo año el Senado aprobó por unanimidad un proyecto de acuerdo por el que se solicitaba al presidente de la República declarar el 25 de marzo de cada año como el día del niño concebido, pero lamentablemente esto se quedó estancado como proyecto.

Es por eso que este 2011 es necesario volver a la iniciativa y pedir a las autoridades del país que se establezca efectivamente el 25 de marzo como el Día de todos nuestros niños que están por nacer. No olvidemos que hace algunas semanas el presidente Sebastián Piñera se comprometió con el Papa Benedicto XVI a proteger la vida de todos en Chile, desde la concepción hasta la muerte natural, en lo que ha sido una gran noticia.

Esto indica que en nuestro país sí hay ganas, movimientos juveniles, parlamentarios, académicos y muchas personas anónimas que cada día se comprometen por la vida. En este tema no bastan las declaraciones o los compromisos a medias, es necesario crear una cultura por la vida en el país, para no sufrir nunca esa grave violación a los derechos humanos que es el aborto. 
Por eso, como existe un día de la Madre, un día del Padre y un día del niño, también queremos reconocer el valor que tiene para los chilenos cada bebé en gestación, otorgándoles un día exclusivamente para ellos, tengan seis meses, siete semanas o tan sólo tres días.