Editorial

Consejo Constitucional

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El día de ayer los 50 integrantes del Consejo Constitucional comenzaron su labor participando de la sesión de instalación de la instancia, la que deberá redactar una nueva propuesta constitucional que será llevada a las urnas el próximo mes de diciembre. Se trata de un segundo proceso, tras la fracasada convención, cuyo borrador fue rechazado por una aplastante mayoría de los chilenos.

Tal como han señalado diversos actores políticos, es indispensable tener presente la experiencia anterior para así evitar repetir dicho frustrante resultado. El mismo día de la elección de los consejeros constitucionales, el Presidente Boric sostuvo que “el proceso anterior fracasó, entre otras cosas, porque no supimos escucharnos entre quienes pensábamos distinto. Quiero invitar desde ya, al Partido Republicano, que ha obtenido una primera mayoría incuestionable en esta elección, a no cometer el mismo error que cometimos nosotros en su momento”, haciendo una clara autocrítica del rol que jugó el actual oficialismo en dicha instancia.

Es inevitable el contraste de lo vivido ayer con la bochornosa puesta en marcha de la Convención Constitucional.

En ese sentido, es necesario destacar la sobriedad que caracterizó la ceremonia de instalación, así como los discursos de la nueva presidenta, Beatriz Hevia (Partido Republicano), del vicepresidente Aldo Valle (independiente PS), como también del consejero Miguel Littin (PS), quien al ser el de mayor edad ocupó el rol de presidente transitorio. Todos llamaron a dejar de lado los prejuicios, y las actitudes pasionales y revanchistas. En particular la presidenta Hevia llamó a tener esperanza de que este proceso pueda ser “un punto de encuentro para construir en conjunto el futuro de nuestro país”. Es inevitable el contraste de lo vivido ayer con la bochornosa puesta en marcha de la Convención Constitucional.

Este hito procede, además, al trabajo realizado por la Comisión Experta, instancia transversal que tras 85 días de impecable labor entregó al Consejo un anteproyecto constitucional que servirá de base para el trabajo de los consejeros. Este órgano se caracterizó por permanecer alejado de las polémicas y priorizar amplios consensos de las normas propuestas.Es de esperar que el buen tono que marcó la jornada de ayer se mantenga durante todo el proceso. No será una tarea fácil. Los partidos de derecha, y en particular del Partido Republicano, deberán emprender una estrategia basada en la moderación, la responsabilidad y también la generosidad, misma actitud que se espera prime en las declaraciones y actitudes de los partidos de izquierda. De dicho esfuerzo depende en parte que la propuesta constitucional que resulte de este proceso concite el apoyo mayoritario de los chilenos. Chile no resiste más incertidumbre.

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