Educación y manifestaciones
Ayer se realizó una nueva marcha convocada por los estudiantes secundarios -a los que se sumaron...
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Ayer se realizó una nueva marcha convocada por los estudiantes secundarios -a los que se sumaron profesores y representantes de trabajadores-, la que se inserta en su objetivo de pedir mejoras en la calidad de la educación superior.
Desgraciadamente, la actividad nuevamente se vio ensombrecida por algunos actos de violencia que nada tienen que ver con las demandas que están en juego. Si bien la ciudadanía tiene todo el derecho de manifestarse públicamente, la duda que aflora es qué tan efectivas se vuelven aquellas manifestaciones que se ven desnaturalizadas por hechos vandálicos. Y allí se plantea otra interrogante, la que tiene que ver con la responsabilidad que pudieran tener los organizadores cuando esos actos se salen de control. Las imágenes de televisión con personas saqueando locales comerciales opacan cualquier manifestación, por más bien intencionadas que sean las demandas de convocantes y asistentes.
Pero en lo que respecto a la educación y más allá de que se sigan realizando manifestaciones públicas, es importante no perder de vista que en los últimos años se han hecho esfuerzos para mejorar la enseñanza, ya sea a través de comisiones de expertos que han realizado propuesta o a través de reformas legales.
Todos queremos una educación de calidad. Pero ello, no sólo pasa por implementar políticas adecuadas, sino también por profesores con las capacidades necesarias para esa tarea. Exigir mejoras a la autoridad, dejando de lado los esfuerzos que cada uno de los involucrados puede hacer para perfeccionar el sistema, es no entender que de esa manera no se logrará dicho objetivo.