Motores pare crecer
Convocados por la CPC, más de 80 empresarios y expertos, presentaron la semana pasada un plan de 50 medidas orientadas a que el país se encamine hacia una tasa de expansión en torno a 4% anual, tras una década creciendo menos de 2% promedio. A partir de la experiencia del mundo privado ante el actual estancamiento competitivo, de productividad y empleo, las iniciativas reunidas en el documento “Motores para impulsar el crecimiento” proponen reactivar la inversión, como eje central para que el país retome un dinamismo de largo plazo.
El documento, que será entregado a todos los candidatos presidenciales, identifica un contexto en que el bajo crecimiento se arrastra desde 2013, con un PIB promedio anual de 1,9%. A ello suman que las estimaciones del Banco Central apuntan a una expansión tendencial de 1,8% para el período 2025-2034, en un marco en el que el país enfrenta obstáculos estructurales. Entre ellos, destacan la pérdida de competitividad tributaria, con una tasa de impuesto corporativo que se ubica entre las más alta de la CDE, cuellos de botella en la tramitación de permisos y rigideces laborales.
A partir de este panorama, la CPC sostiene que los motores para impulsar el crecimiento apuntan en su mayor parte a impulsar la inversión. Y ejemplifica que mientras entre 1990 y 2014, el PIB aumentó 5,1% promedio; la inversión 8% anual; y la profundización del mercado de capitales alcanzó a 98% del PIB; en los últimos 10 años esas cifras bajaron a 2%, 1,1% y 64%, respectivamente.
Para volver a crecer, las propuestas del mundo privado incluyen reducir el Impuesto de Primera Categoría a 23% y luego a 19%; acelerar la ejecución de proyectos adjudicados por US$ 9.000 millones, a través de un sistema de fast track; optimizar la tramitación ambiental; impulsar una estabilidad regulatoria para permisos; y ejecutar anualmente un plan de concesiones por US$ 30 mil millones. Se trata de medidas identificadas como de “máxima potencia” entre las 50 propuestas y que, a juicio de la CPC, podrían implementarse en los primeros tres meses de la próxima administración.
Las propuestas, que vienen a sumarse a las anteriores “El Puente” y las “13 Verdades Incómodas”, ambas de expertos economistas, pero desde la óptica empresarial, resultan coincidentes en la búsqueda de un modelo de desarrollo consensuado para Chile, que permita enfrentar los desafíos estructurales que frenan un crecimiento sostenible.
En un país donde poner en marcha un gran proyecto minero puede tardar más de 10 años, tiene sentido el aporte que el sector privado pueda hacer a la remoción de este y otros nudos, sobre todo cuando las propuestas nacen de la convicción por crecer y generar mayor bienestar.
Se trata de una tarea de primer orden, pues si Chile continúa otros cuatro años con tasas de expansión de 2% los daños podrían ser difíciles de revertir. La experiencia reciente ha mostrado las consecuencias de no poner el crecimiento entre las prioridades de un programa de gobierno. Ante ello, la coyuntura electoral abre una nueva oportunidad para que las miradas que nacen del hacer y de la experiencia formen parte de las soluciones de largo plazo.