Política Nacional del Litio: un anuncio postergado
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El ministro de Economía dio a entender ayer que la Política Nacional del Litio se dará a conocer durante abril, pese a que el Gobierno había asegurado reiteradamente que el anuncio sería en marzo, a más tardar. Ello es lamentable, pues la demora en presentar esa estrategia nacional, junto a la información parcial que ha conocido al respecto, han generado una expectativa -y de cierta manera, una inquietud- que no contribuye a la sensación de certeza sobre la política pública que los inversionistas necesitan para tomar decisiones. Más aun cuando esas decisiones involucran apostar por proyectos valuados en miles de millones de dólares.
Se necesitan reglas claras para que los privados maximicen el potencial de este recurso, justamente lo que se espera del postergado anuncio.
Desde luego, persiste la duda sobre si realmente es necesaria una estrategia nacional para el litio, que además contempla la creación de una nueva empresa estatal específicamente para esa industria, lo que ha despertado entendibles suspicacias sobre su rol y conveniencia. Que el litio, sin participación pública, haya entregado el año pasado más recursos al Fisco en impuestos que el cobre es una muestra decidora no sólo de la promesa de esa industria -aún muy lejos de alcanzar todo su potencial-, sino de la capacidad de los privados hacer del litio una actividad rentable, para ellos y para el país.
Más que una empresa estatal para el litio, lo que se necesita son reglas claras para que los privados maximicen el potencial de este recurso, lo que por cierto debería incluir -idealmente- propuestas para ir más allá de su extracción. Se espera que esas reglas claras se presenten, justamente, en el por ahora postergado anuncio de una Política Nacional.
Con todo, cabe señalar que este retraso no es atribuible sólo al actual Gobierno, sino al menos a los dos anteriores, pues hace muchos años que el litio fue identificado como un mineral estratégico para la transición energética y las telecomunicaciones. En esos años Chile ha perdido liderazgo como productor frente a otros países, una clara muestra de lo que la falta de incentivos y certezas puede provocar en el desarrollo de una industria clave.
Es de esperar que, terminado abril, el anuncio del Gobierno no se posponga nuevamente hasta mayo.
