El 1 de octubre Lucía Dammert volverá a la Universidad de Santiago, USACH, donde antes de asumir como Jefa de Asesores del Segundo Piso de La Moneda, ejercía como profesora titular en el Departamento de Estudios Políticos.
Así lo confirma el director de ese departamento, Mauricio Olavarría a DF MAS. “Lucía retoma su cargo luego de haber cumplido los servicios en el gobierno con el permiso que da la universidad de ausencia sin remuneraciones”, explica Olavarría, quien esta semana mantuvo contacto por WhatsApp con la cientista política.
En la USACH, Lucía además retomaría algunos de los proyectos que dejó pendientes para unirse al gobierno. Entre ellos un proyecto Fondecyt sobre reforma policial. Dammert es también colaboradora del Claustro Académico del Doctorado en Estudios Americanos y miembro del Claustro del Magíster en Ciencias Sociales, ambos programas gestionados en conjunto del IDEA y de la Facultad de Humanidades de esa universidad.
Sus cercanos dicen que tras su salida del gobierno anunciada el jueves 15 de septiembre y luego del reportaje de Interferencia que señalaba que habría sido notificada por el FBI para declarar como testigo en una causa contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad de México, indagado por su participación en el cartel de Sinaloa -información que fue negada por la académica y por el propio gobierno-, Dammert quedó muy dolida.
El miércoles pasado, el gobierno envió un comunicado en el que desmiente la veracidad de los hechos mencionados por Interferencia y deja en claro que la exasesora no había sido llamada a declarar por parte del FBI.
Su salida de La Moneda se habría dado en el marco de diferencias con los equipos del presidente Gabriel Boric, en particular con el jefe de gabinete Matías Meza-Lopehandía. La gota que rebasó el vaso, habría sido la fracasada designación de Nicolás Cataldo (PC) como subsecretario de Interior: la cientista política -dicen sus cercanos- advirtió de la polémica que aquello desencadenaría.
Sin embargo, dicen desde La Moneda que Meza-Lopehandía habría sido el más preocupado de que se publicara el comunicado descartando el vínculo de Dammert con la investigación del FBI.
En tanto, Dammert está intensamente abocada a la estrategia legal para cerrar luego este tema: entre el miércoles y el jueves de la próxima semana presentaría una querella contra Interferencia, dicen cercanos.
Una de las personas de su círculo menciona que esta semana lo ha pasado mal, pero que se ha sorprendido del apoyo transversal de representantes del mundo privado y público que creyeron en ella desde un principio. “Algunos de ellos la están apoyando para los temas legales, comunicacionales y para averiguar de dónde surge toda esta mentira”, relatan quienes están al tanto.
Por estos días, ha estado principalmente con sus hijos y ha recibido la visita de amigos íntimos y el apoyo de personas de su círculo, tanto en Chile como del extranjero.
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