Siempre agudo, el analista político Cristóbal Bellolio sigue con atención el devenir político en Chile y ante las lamentaciones de la derecha, en torno a que la final de la Copa Confederaciones podría mermar la participación en la primaria, advierte que “no le echemos la culpa al empedrado”, ya que quienes deseen votar lo harán antes y después del partido. En esta conversación con DF, desde Londres, analiza el proceso de este domingo y sus posibles efectos.
En su análisis destaca el carácter de estadista que el candidato de Evópoli, diputado Felipe Kast, logró transmitir durante la campaña del sector con miras a la primaria del domingo y los dos debates que se lograron realizar con los tres aspirantes a La Moneda del bloque, a pesar de la resistencia que hubo de parte del piñerismo para ello.
- ¿Si se diera un escenario en que votara poca gente, qué candidato se beneficiaría?, se lo pregunto porque algunos especulan que eso favorecería a Ossandón.
- Es posible, si la premisa es que Ossandón cuenta con una base electoral robusta y movilizada en su circunscripción. Desde esa perspectiva, a Piñera le conviene que vote mucha gente, tal como le benefició a Bachelet en las primarias de 2013.
- ¿Piñera llega herido a la primaria?
- Un poco. Pero es normal. La primaria es siempre un riesgo para el que va primero pues lo expone al ataque de los perseguidores. Se entiende, por ejemplo, que Piñera quisiera evitar los debates públicos. La apuesta es que salga fortalecido y eso depende del resultado del domingo y de su capacidad para recomponer la amistad política al interior de la derecha.
- ¿El expresidente logró ponerse por encima de sus adversarios, mostrar una imagen de estadista?
- Esa fue su estrategia. Es, al menos, la impresión que me dio al ver su franja: mostrarse al nivel de los otros presidentes, casi como si la primaria fuese un incómodo trámite al cual se ve obligado. Pero no sé si la abundancia de banderas chilenas, buenos recuerdos de su gobierno y frases clichés basten para ponerlo encima del resto en tanto “estadista”.
- ¿Por qué?
- Las campañas políticas son sobre futuro, no sobre las glorias pasadas. Y en Piñera eché de menos una visión de futuro, más allá de arreglar los desaguisados de la Nueva Mayoría. Por cierto, al lado de un Ossandón que se jacta de su ignorancia como virtud, cualquiera es estadista. Pero Felipe Kast no se achicó en ese sentido. Su registro fue el que esperaría de un hombre de Estado, por ejemplo, al reconocer la necesidad de priorizar en el gobierno.
- A Piñera se le vio un poco acorralado por Ossandón, ¿diría que su defensa convenció?
- Los ataques en campaña no le sirven necesariamente al que los hace, pues al elector no le gustan los pendencieros. Lo que sí logra Ossandón es entregar munición adicional a los que ya son adversarios de Piñera, no solo en la derecha sino en la izquierda. Ya se están vendiendo poleras que dicen “no te declararon reo por lindo” y no las están comprando precisamente en la derecha.
- ¿Habrá afectado a Piñera el episodio de Pilar Molina en el debate radial, la gente creerá que él no tuvo nada que ver, dado el antecedente de la Kioto?
- Podría ser, pero a estas alturas ningún votante piñerista cambiará su preferencia por ello, como si descubrieran en una epifanía que su candidato no es inmaculado. Ossandón puede querer instalar la idea de que es mejor un bruto honesto que un sabelotodo deshonesto, pero no es un elemento nuevo en el debate: Piñera siempre ha cargado esa sospecha sobre sus hombros y eso no le ha impedido ganar.
- Evidentemente Piñera es el favorito, ¿a qué pueden aspirar Ossandón y Kast en la primaria?
- Bueno, el segundo lugar no es malo si se trata de quedar con la primera opción del sector pensando en la presidencial siguiente. El problema de Ossandón es que no parece estar construyendo una carrera en ese sentido, sino más bien dinamitando los puentes.
- ¿Qué podría significar eso?
- Me da la sensación de que para Ossandón esta primaria es todo o nada. Felipe Kast, en cambio, entiende que la política es una maratón y no una carrera de 100 metros. Pase lo que pase el domingo, creo que Kast ya ganó en una serie de variables, especialmente conocimiento a nivel nacional y cierta reputación por insistir en la importancia de debatir ideas. Para mucha gente que está fuera de las fronteras de Chile Vamos, la campaña de Kast ha sido refrescante y se valora en su mérito.
- ¿Se puede decir que el que más arriesga capital político es Piñera?
- Sin duda. Piñera tiene que ganar y ganar por amplio margen. Bachelet superó el 70% de las preferencias en las primarias de la Nueva Mayoría. No sé si Piñera deba compararse con ese imponente número, pero debería ser un triunfo inapelable de igual modo.
- ¿Cómo afectaría a la derecha un triunfo inesperado de Ossandón?
- Sería un terremoto político en muchas dimensiones. Sería la muerte política de Piñera, un fracaso absoluto de RN y la UDI, así como de toda la intelligentsia de la derecha. Sería un fenómeno parecido al de Trump: gana el que “dice las cosas como son” aunque sean políticamente incorrectas. Pero me cuesta pensar en ese escenario.
- Después de lo que ha dicho y hecho el senador, ¿ve probable que de perder se sume a la candidatura de Piñera?
- No sumarse a la candidatura ganadora cuando has participado del proceso democrático y perdido en buena lid hablaría muy mal de Ossandón. Ser un buen perdedor es parte de ser un buen político. En lo personal, no espero mucho de Ossandón en ese sentido. En esta breve campaña ha confirmado lo que muchos percibían: es rabioso, no juega en equipo ni tiene la densidad intelectual requerida.
- ¿Diría que la derecha está en su mejor momento?
- Si por mejor momento te refieres a la efervescencia que han generado las primarias, este parece un buen momento. Hay que ver cómo termina la teleserie, en todo caso. Si la participación es alta, y tanto Kast como Ossandón se pliegan a Piñera en forma constructiva, sin duda que es un momento incomparable al que vivieron hace cuatro años cuando fundieron a toda su generación dorada en una comedia de desaciertos. Yo añadiría que también es un buen momento en el sentido que hay más y mejores mentes pensando a la derecha como proyecto político-cultural y no solo como defensa del modelo económico.
- Si Piñera gana la primaria, ¿es carrera corrida hacia La Moneda, dada la situación de la Nueva Mayoría?
- Si los números que tenemos no se equivocan, a Piñera no le alcanza para obtener mayoría absoluta en primera vuelta. Luego habría que ver cuán lejos queda del 50 + 1. Yo no descarto que se forme una gran coalición contra la derecha en segunda vuelta, liderada por Guillier, pero eventualmente integrada por el electorado que va desde Carolina Goic a Beatriz Sánchez. Si la centro izquierda tiene la habilidad política de montar una coalición de esas características, se la pone difícil a Piñera. Aunque sigo creyendo que el expresidente tiene la primera opción.
"Mayol es el Frente Amplio con Red Bull"
- ¿Cuánto perdió la Nueva Mayoría sin primaria?
- Mucho. No sólo perdió horas de exposición de sus planteamientos y sus figuras. También dejó que se instalara la idea de que el Frente Amplio es la fuerza progresista alternativa a Chile Vamos.
- ¿Qué tan fuerte puede hacer la primaria al FA?
- El Frente Amplio ha sido exitoso en presentarse como una fuerza ideológica, con penetración cultural de cuidado. Ya no es la izquierda marginal que debería contentarse con el 5% en la presidencial. Un caso de estudio donde los hijos han sido políticamente más hábiles que sus padres, parafraseando a la presidenta Bachelet.
- ¿La primaria del FA es carrera corrida para Beatriz Sánchez?
- Me da la impresión que sí. Beatriz Sánchez tiene mucho a su favor. No viene de las estructuras políticas tradicionales, no está salpicada por ninguna polémica, tiene un perfil que ecualiza un espíritu combativo con una calidez en el trato, transmite correctamente las ideas matrices del "malestar" de la izquierda y es nada menos que la elegida de Jackson y Boric, los dos apellidos mejor evaluados de la política chilena.
- ¿Cuál debería ser el futuro de Alberto Mayol si pierde?
- Mayol ha sido importante, porque sin él no hay primaria. Mayol aporta una intensidad ideológica al debate que funciona como complemento al relato más liviano de Beatriz Sánchez. Mayol es el Frente Amplio con Red Bull. Sería un interesante aporte en el Congreso.
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