Interior ratifica trabajo presupuestario para focalizar más recursos en La Araucanía

Pobreza, inseguridad, violencia. El diagnóstico sobre la situación en la zona norte de La Araucanía es uno solo y lo comparten transversalmente políticos, empresarios y actores sociales.

Los mismos que ayer se reunieron en el centro de conferencias de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) para discutir las posibilidades de encontrar acuerdos en pos de sacar adelante a la región.

Allí el ministro del Interior, Mario Fernández, reconoció que la situación en la zona es “dramática y vergonzosa”. Y no por los habituales ataques incendiarios que se registran en los predios y terrenos de empresas forestales ubicados en comunas como Collipulli, Ercilla o Angol, sino porque los niveles de pobreza duplican a los del resto del país.

“Ningún esfuerzo ha sido existoso”, dijo el secretario de Estado, antes de añadir que es necesario “cambiar las políticas” y “la mirada” con que se ha abordado el tema.

En ese contexto, Fernández confirmó que el presupuesto 2017 tendrá una “desagregación regional para focalizar mejor los recursos”.

Algo en lo que está trabajando un equipo especial del Ministerio de Hacienda. “Hay recursos que están destinados para las regiones, como los fondos regionales, pero además, dentro de cada ministerio hay fondos que se destinan globalmente para canales y obras determinadas. La idea es que a esos recursos, será necesario desagregarles regionalmente algunos aportes, para hacer el esfuerzo de destinar específicamente recursos a La Araucanía”, dijo Fernández.

El jefe del gabinete agregó que estos ajustes “serán analizados durante el primer mes de la discusión presupuestaria”, y que serán los ministerios de Hacienda e Interior los encargados de “obtener una mejor focalización y eficiencia de los recursos en la Novena Región”.

Uno de los primeros compromisos de ambas carteras, según fuentes oficialistas que lideran el debate presupuestario, son “$ 80.000 millones adicionales para obras públicas en la zona, destinados a caminos y agua potable rural”, los que quedarían resueltos en el debate que comenzará formalmente el próximo lunes en el Parlamento.

Pero eso no es todo, ya que durante su intervención en la sede de la Sofofa el secretario de Estado reveló que el gobierno está estudiando la posibilidad de dictar una ley especial que aumente los incentivos para la producción y el emprendimiento.

“No existimos”

La exposición de Fernández no fue la única. En el encuentro también estuvieron los senadores Eugenio Tuma (PPD), Alberto Espina (RN) y monseñor Héctor Vargas, obispo de Temuco, quien encabeza la mesa de diálogo en la zona.

Los tres coincidieron en que la situación en La Araucanía es el mayor fracaso del Estado de Chile en toda su historia y que el origen del problema radica en la entrega de tierras, la pobreza, pero por sobre todo, la falta de reconocimiento del pueblo mapuche.

“La Iglesia lleva cinco siglos ahí“, partió diciendo el obispo Vargas, quien agregó que el tiempo pasa y la deuda histórica con los mapuche sigue presente.

Y es que para el sacerdote un “tema urgente” como lo es La Araucanía, no es ni ha sido prioritario para ningún gobierno. Muestra de ello, dijo el religioso, es que los compromisos con los mapuche no se han respetado.

“No existimos”, aseguró Vargas, quien para justificar su afirmación recordó que en el discurso del 21 de mayo no hubo “una palabra” sobre la situación en la región.

“Además, el proyecto sobre la creación del Ministerio de Asuntos Indígenas estuvo meses detenido en el Senado y hace poco lo sacaron para volver a ingresarlo al Congreso”, añadió.