Editorial

Elección en Brasil: Lula en un nuevo escenario

  • T+
  • T-

Compartir

La victoria de Lula da Silva en la elección presidencial de Brasil parece confirmar una nueva ola de gobiernos de izquierda en América Latina. Sin embargo, las diferencias con la llamada “marea rosa” de comienzos de siglo son mucho más numerosas y profundas que las semejanzas, como también los desafíos.

Hace un par de décadas la región atravesaba lo que luego fue conocido como el boom de los commodities, que por entonces entregó un respaldo económico a la arremetida ideológica de líderes como Hugo Chávez, Evo Morales, Néstor y Cristina Kirchner, Rafael Correa y el propio Lula, entre otros. Ni ellos ni sus pares de la izquierda más moderada, como Michelle Bachelet o Tabaré Vásquez, aprovecharon ese período de bonanza en las materias primas -del cual el auge en esos años de una muy pujante China fue un factor de primer orden- para realizar transformaciones económicas que impulsaran a sus países hacia la postergada promesa de dejar atrás el subdesarrollo.

La posterior (y relativa) “contra ola” de líderes de derecha como Sebastián Piñera, Mauricio Macri, Guillermo Lasso y Jair Bolsonaro fue una de las consecuencias políticas de lo que pareció un agotamiento de la izquierda más dura y menos moderna (siendo López Obrador una excepción).

Por distintas razones, estos líderes tampoco hicieron (o pudieron hacer) cambios de fondo y el actual mapa político regional dominado nuevamente por la izquierda es, al menos en parte, reflejo de ello. Con todo, concluido el boom de los commodities, en un escenario pos pandemia, y ante nuevos fenómenos como la guerra ruso-ucraniana y el debilitamiento económico de China, y con oposiciones en situación de fuerza en el Legislativo, el retorno de Lula al poder -en una muy estrecha victorial electoral- es radicalmente distinto al de su anterior mandato.

Todo indica que, antes que grandes reformas de corte ideológico -y en vista de la falta de claridad respecto de su programa de gobierno y de su minoría en el Congreso-, el nuevo Presidente de Brasil debería concentrarse en algo que ni la izquierda ni la derecha han logrado consolidar en su país ni en la región: la buena gobernanza.

Lo más leído