BHP pone en duda mantener los mismos beneficios en la próxima negociación

Luego de la fallida negociación que mantuvo paralizadas las operaciones de Minera Escondida por 44 días y que terminó sin un acuerdo, ayer en la jornada del Foro Mundial del Cobre CRU, parte de la Cesco Week, el presidente de BHP Billiton Minerals Americas, Daniel Malchuk, se refirió por primera vez al conflicto.

El ejecutivo sostuvo que la extensa paralización de la faena “nos hace reflexionar, tenemos que revisar cuál es nuestro modelo operacional, y cómo nos vamos a mover para adelante”.

En cuanto al fracaso en las negociaciones, Malchuk añadió que “esto no es un partido de fútbol con ganadores o perdedores (...) creo que nosotros fuimos transparentes en todo momento, entregamos muy claramente cuál es nuestra visión, estamos mirando al futuro y siempre tratamos de mantener el diálogo”.

Asimismo, aclaró que la producción aún no vuelve a la normalidad, pero que este proceso se ha realizado poniendo el foco en temas de seguridad ”y tratando de asegurarnos que sea con tranquilidad y reflexión, para poder volver a producir a los niveles anteriores”, dejando en claro que aún no existen plazos definidos para recuperar el funcionamiento al 100%, así como tampoco existe un cálculo sobre el deterioro económico que significó esta paralización.

Uno de los puntos vitales en las negociaciones tuvo que ver con la intención de los trabajadores de mantener los beneficios incluidos en el contrato expirado, condición que justamente se asegura con la nueva ley laboral.

Respecto a estas nuevas condiciones en las que se desarrollará la próxima negociación, el ejecutivo apuntó a que en los próximos meses se dedicarán a estudiar los demás procesos que habrá durante el año.

En esa línea, Malchuk aseguró que “no sé qué es lo que es el piso, cuando tengo 250 cláusulas en un contrato colectivo yo puedo subir 30 y bajar 70 y subir otras 40 y siempre quedo en el piso, son detalles que se irán viendo”.

De paso, también confirmó los retrasos que sufrirán los demás proyectos que mantiene BHP Billiton (dueña del 55% y controladora de Minera Escondida) en la Región de Antofagasta. “En el caso de la desaladora claramente ha habido días de para, por lo tanto, obviamente se van a retrasar en su funcionamiento, estamos trabajando y analizando los programas para ambos proyectos”, dijo.

Impacto en la economía

Esta misma semana, el Banco Central acusó el duro efecto que tuvo la huelga en las expectativas de crecimiento del país, ajustando el indicador a la baja.

Ante esto, Malchuk reflexionó que “no es algo que a mí me sorprenda, siempre lo he sabido, este país es uno con la minería y otro sin ella”. A reglón seguido agregó que “es importante que la opinión pública se de cuenta de esto, que una situación así no es buena para el país”.

Firmas buscarán adelantar negociaciones

En un año marcado por la cantidad de negociaciones colectivas que habrá en el sector, la huelga en Escondida no fue el mejor precedente.

Sin embargo, los esfuerzos de las principales firmas del país apuntan a que no se repitan hechos como este, en procesos que se desarrollarán bajo la nueva ley laboral.

El presidente Ejecutivo de Antofagasta plc, Iván Arriagada, quien tendrá que negociar próximamente con los trabajadores de Mina Zaldívar, con los cuales ya acordaron los servicios mínimos, sostuvo que "miramos el proceso de negociación colectiva no como un elemento aislado de nuestra relación laboral, que es algo que construimos día a día".

Arriagada agregó que "nos interesa que tengamos una negociación que permita satisfacer la necesidad de ambas partes, sin ojalá tener un conflicto como otros que hemos visto en la industria y creemos que las condiciones están dadas para que así sea".

Algo similar es lo que ocurre en Collahuasi, que podría adelantar las tratativas tras la autorización recibida por el sindicato de parte de sus bases para plantear un proceso no reglado, algo que estaba en definición.
Arnaud Soirat, presidente ejecutivo de Río Tinto -propietaria del 30% de Minera Escondida-, señaló que es perturbador el número de procesos de negociación colectiva que terminan en huelgas en Chile, diferente a lo que ocurrió con otra mina que tienen en Estados Unidos, donde se negoció sin perder ni una tonelada.