H. Murphy y J. Oliver
A principios de 2021, solo un nicho de cripto-entusiastas sabía lo que era un Token No Fungible (NFT, sigla en inglés), pero hacia fines de año, se gastaron US$ 41 mil millones en estos activos, según los datos más recientes. Esto volvió al mercado de arte y objetos de colección digitales casi tan valiosos como el mercado mundial de arte tradicional.
"Este año fue testigo de la explosión del mercado de NFT, pasando de un mercado inferior a los US$ 1.000 millones a una industria de varias decenas de miles de millones", dice Mason Nystrom, analista de investigación del grupo de datos criptográficos Messari, agregando que los compradores se apresuraron a descubrir arte que se alinea con sus "identidades digitales".
Los NFT son esencialmente certificados de propiedad digitales registrados en una cadena de bloques (blockchain), un registro inmutable que no se puede cambiar ni manipular.
Estos tokens generalmente se crean o acuñan mediante contratos inteligentes, que son contratos de ejecución automática escritos en un código de blockchain, y se pueden comercializar en el mercado secundario a cambio de criptomonedas.
La fiebre de los NFT se expandió en marzo, cuando un collage del artista Beeple se vendió a US$ 69,3 millones en la casa de subastas Christie's, en su primer evento de este tipo. El artista, cuyo nombre real es Mike Winkelmann, reaccionó con un tuit: "holy fuck".
Aunque se popularizaron por primera vez en el mundo del arte, actores corporativos del rubro deportivo y musical -incluso la exprimera dama de EEUU, Melania Trump- también han adoptado el concepto para sacar provecho del bombo publicitario y encontrar nuevas formas de interactuar con los fanáticos.
La liga de básquetbol estadounidense NBA creó su propio marketplace de NFT llamado NBA Top Shot para comprar, vender e intercambiar momentos audiovisuales de sus jugadores.
Otros éxitos incluyen colecciones numeradas de NFT que se viralizaron. Entre ellas figuran CryptoPunks y Bored Ape Yacht Club, las que denotan el estilo exclusivo de sus propietarios y se utilizan como fotos de perfil en las redes sociales.
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En manos de unos pocos
"El valor fundamental sigue siendo la exclusividad", dice Nystrom, señalando que las colecciones caras también ofrecen a los compradores acceso a canales cerrados en la plataforma de chat Discord, así como a reuniones y fiestas.
"Son al estilo de un club de campo: hay una gran barrera de entrada -un costo de capital-, y estás rodeado de individuos que suman un alto patrimonio neto", añade.
En total, se invirtieron US$ 40.900 millones en los contratos de la cadena de bloques de ethereum, que durante el año fue usada normalmente para crear NFT, indica Chainanalysis, un grupo de análisis de criptoactivos. El total sería incluso mayor si incluyera NFT acuñados en otras cadenas de bloques, tales como solana.
En comparación al año pasado, el mercado mundial del arte valía US$ 50.100 millones, según cifras de UBS y Art Basel.
Chainanalysis descubrió que los NFT han llevado a una gran cantidad de inversores minoristas a aterrizar por primera vez en el mundo de las criptodivisas, con pequeñas transacciones de menos de US$ 10 mil, que representan más de 75% del mercado.
Pero al igual que como sucede en el mercado de criptomonedas, sigue estando dominado por unos pocos grandes jugadores, también llamados "ballenas".
Entre finales de febrero y de noviembre, hubo 360 mil propietarios de NFT con 2,7 de millones de estos tokens adjudicados. De ellos, cerca de 9% -o 32.400 billeteras virtuales- tenían 80% del valor de mercado, muestra Chainanalysis.
Stephen Diehl, un ingeniero de software cripto-escéptico, observa que desde el auge en los precios de las monedas digitales, muchas ballenas están "sentadas sobre cientos de millones de dólares en criptodivisas", mientras buscan multiplicar sus tenencias en estos activos.
Otros dicen que se acercan al mercado como comerciantes y recolectores profesionales. Un conocido inversionista de NFT conocido como Pranksy en Twitter, que comenzó con una inversión inicial de US$ 600 en 2017, ahora tiene una cartera de NFT por valor de más de US$ 20 millones.
Dichos actores dicen invertir en una combinación de proyectos, "algunos de los cuales tienen un mayor volumen diario de operaciones, y otros que tienen un atractivo más de nicho". Además de proyectos lucrativos de condición más dinámica, Pranksy afirma que tienen "piezas específicas que planeo mantener como inversiones de largo plazo".
Algunos peligros
Hasta ahora, la mayoría de los nuevos coleccionistas de NFT en el mercado secundario aún no han recuperado el costo de sus adquisiciones, según un análisis realizado por la plataforma Nansen. Los primeros se han beneficiado de un alza en el precio, así como de la criptomoneda usada para transarlos.
Este espacio carece de regulación y está plagado de fraudes, estafas y manipulación del mercado, especialmente porque las identidades reales de compradores y vendedores son difíciles o imposibles de descubrir.
El análisis de Nansen identificó actividad sospechosa por valor de US$ 2 millones en las colecciones CryptoPunk y Bored Ape, durante los 30 días hacia mediados de diciembre. Algunos NFT, por ejemplo, se vendieron con un descuento de 95% sobre el precio de venta promedio, ya sea por errores de compradores y vendedores, cancelaciones de impuestos o alguna otra estafa que explota a usuarios no calificados.
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Los investigadores también han advertido que es probable que el mercado esté inflado por las operaciones de lavado en las transacciones, que es cuando un trader toma ambos lados del acuerdo para dar una falsa impresión de demanda.
"Puedes comprar y vender un NFT en una plataforma pública y hacer que parezca que hay mucho interés en la pieza, cuando solo eres tú el que aumenta el precio", dice Rüdiger K. Weng, director ejecutivo de Weng Fine Art, empresa con sede en Alemania.
Weng dice que esto también puede ocurrir en el mundo del arte tradicional, pero agrega que si un manipulador consigna una obra de arte a Sotheby's y trata de realizar una operación de lavado comercial, tendrá que pagar a la casa de subastas 25% de la venta, lo que encarece la iniciativa de forma importante.
"Con los NFT, los costos son una fracción de eso", explica, haciendo referencia a las tarifas de transacción, conocidas como tarifas de gas, requeridas para acuñar o comprar un NFT y que pueden fluctuar según la demanda.
Más innovaciones
Sin embargo, hay muchos partidarios que creen que el mercado está madurando y eventualmente ofrecerá una serie de características, como permitir a los artistas cobrar regalías a perpetuidad.
"¿Qué puedes hacer porque es software?", pregunta Benedict Evans, analista de tecnología independiente y excapitalista de riesgo. "Podría ser por ejemplo que el artista mantenga una participación y las subsecuentes ventas secundarias", dice, apuntando a las primeras innovaciones en el área en torno a los derechos musicales en particular.
En algunas comunidades ya se está produciendo la llamada financiarización de los NFT, por ejemplo, al usar un NFT como garantía para préstamos o dividiendo la propiedad de una sola pieza en partes más pequeñas, lo que se conoce como fraccionamiento.
A largo plazo, los entusiastas esperan que los tokens algún día impulsen el comercio electrónico en cualquier metaverso o metaversos, mundos virtuales futuristas llenos de avatares digitales. Aquí, los NFT podrían designar la propiedad de bienes virtuales, ya sea ropa para avatares digitales o arte para los muros de sus casas digitales. Nike anunció recientemente que había comprado una empresa de calzado virtual para crear zapatillas de deporte virtuales.
De cualquier manera, el futuro del mercado de NFT también dependerá de la postura que tomen los reguladores a medida que se desarrolla el mercado con mayor soltura.
Existe preocupación, incluso entre los emisores corporativos, de que los NFT compartan características con ciertos vehículos de inversión digital y, por lo tanto, los reguladores puedan considerarlos como valores.
Devika Kornbacher, socia de Vinson and Elkins, dice que las empresas interesadas en emitir NFT se preguntan regularmente: "¿Este NFT será visto como un instrumento financiero? ¿Se considerará como un activo de nuestra empresa?"
Mientras tanto, las agencias tributarias como el Servicio de Impuestos Internos de EEUU aún no han abordado a los NFT directamente, pero algunos expertos sostienen que podrían considerarse "objetos de colección", lo que significa que estarían sujetos a impuestos sobre las ganancias de capital.
"Es un problema existencial inminente para toda la industria", asegura Pratin Vallabhaneni, socio de White & Case, sobre la inminente regulación.
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