Gobierno de Estados Unidos confía en que Europa podrá contener su crisis de deuda

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, se refirió a los problemas de deuda a los que se enfrenta Grecia y aseguró que el gobierno estadounidense confía en que Europa conseguirá hacer frente a la crisis de la zona euro.

“La administración tiene confianza en que los países europeos continuarán haciendo frente a los problemas en la eurozona”, sostuvo Carney a bordo del avión Air Force One en el que el presidente estadounidense Barack Obama se trasladaba a Nueva York para varios eventos de campaña.

La declaraciones se producen en medio de las dificultades en Grecia para que, tras las elecciones generales, se pueda formar un gobierno de coalición, al tiempo que se especula con la posible salida del país de la moneda única europea.




Riesgos para la recuperación


Y es que la posibilidad de que Grecia deje la eurozona se suma a las alzas de impuestos y recortes de gastos en EEUU, situaciones que presentan grandes riesgos políticos para la recuperación económica mundial.

La economía de EEUU ya alcanzó un grado de debilidad. Su enorme sector de servicios está desacelerándose y el empleo también. Aunque la manufactura en EEUU se mantiene firme, la debilidad en Asia y Europa hacen la que mayor economía del mundo quede vulnerable a la pérdida de los mercados de exportación.

El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, destacó recientemente que la mejoría en los mercados financieros el año pasado y a inicios de este año se había revertido debido a lo que “siguen siendo problemas significativos y preocupaciones en Europa”.

Sin embargo, pese a las complicaciones de la crisis europea, las exportaciones desde EEUU al continente han seguido recuperándose desde la crisis financiera de 2008. En el primer trimestre del año, los envíos de bienes a Europea recuperaron el nivel máximo anterior a la crisis. Con todo, las exportaciones estadounidenses han sido un conductor importante de la recuperación del país.

Por otro lado, resolver las disputas presupuestarias en EEUU, que amenazan con enviar de nuevo a la nación a la recesión el próximo año si se aplican los aumentos de impuestos planificados y los recortes presupuestarios, tendrán que esperar hasta las elecciones presidencial y parlamentarias de noviembre.