Cada lunes durante los últimos 30 años, Marina Berlusconi y su hermano Pier Silvio hablaban de negocios y política durante la comida con su padre y su entorno más cercano en su residencia de Milán.
Esta semana no fue así. Una llamada de la última compañera de su padre, Marta Fascina, despertó a Marina, la mayor de los cinco hijos de Berlusconi. El tres veces primer ministro y magnate de los medios estaba en sus horas finales y debía asistir rápidamente a un centro hospitalario. Esa mañana Silvio Berlusconi falleció.
Marina, de 56 años, ha presidido Fininvest -el holding familiar de 4 mil millones de euros- durante dos décadas, estableciendo una improbable alianza con la pareja de su padre, legisladora en su partido, Forza Italia, que llevaba al lado del octogenario desde 2020.
Ambas mujeres, unidas y destrozadas en el funeral de Berlusconi este miércoles, asistían regularmente a las cenas de los lunes, que también incluían al exsecretario del gabinete Gianni Letta y su amigo de la infancia Fedele Confalonieri, presidente del grupo mediático de la familia, Mediaset, cuyo director ejecutivo es Pier Silvio.
Berlusconi describió una vez a Marina como la mujer que había sustituido a su madre Rosa tras morir en 2008. Su nombre flota en el ambiente como su sucesora política natural, pero sus más allegados aseguran que solo se implicaba en las conversaciones políticas privadas para "proteger" a su padre enfermo, que llevaba un tiempo luchando contra la leucemia.
El exprimer ministro pidió en alguna ocasión a Marina que se presentara a las elecciones para sucederle al frente del partido. "Pero ella repetía que el liderazgo de un partido político no es algo que puedas heredar como una empresa".
La "afectuosa relación" entre Marina y Fascina también estuvo motivada por su deseo de defender al anciano de los "buitres políticos". Fascina "estaba absolutamente dedicada a Silvio", dice un confidente. "Marina confiaba en ella más que en los aliados políticos de su padre", afirma Lorenzo Castellani, profesor de la Luiss University.
Un exdirectivo del club de fútbol de Milán, propiedad de Berlusconi hasta 2017, asegura que Fascina ascendió en las filas del partido y lo renovó con el apoyo de Marina.
Ronzulli, exmiembro del parlamento europeo y legislador de Forza Italia, fue durante años el miembro más influyente del partido junto con el exministro de exteriores Antonio Tajani. Pero tras varias desavenencias y tensiones políticas entre Berlusconi y la primera ministra Giorgia Meloni en los primeros días de su gobierno, Marina y Fascina aconsejaron al magnate que alejara a Ronzulli de su círculo más cercano.
Marina ha recuperado los lazos con Meloni, con quien ha creado una estrecha relación de trabajo, según personas cercanas a ambas. Con posibles nuevas ofertas de adquisición a la vista, se espera que Marina desempeñe un papel decisivo en la aprobación o el bloqueo de tales intentos, dijo Castellani.
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Herencia Berlusconi
Marina está casada con el exbailarín de ballet Maurizio Vanadia y tienen dos hijos. Ella y sus cuatro hermanos poseen entre el 7% y el 8% de las acciones de Fininvest. El holding controla la editorial Mondadori y la entidad de crédito Banca Mediolanum.
Berlusconi había garantizado la deuda de Forza Italia, 90 millones de euros, según su tesorero Alfredo Messina, lo que significa que el partido podría entrar en bancarrota si sus herederos, durante mucho tiempo donantes, quisieran recuperar ese dinero. "La salud financiera de Forza Italia depende de Marina y sus hermanos", afirma
Nacidos de su primer matrimonio, Marina y Pier Silvio heredarán el 60% propiedad de Berlusconi en Fininvest. Los tres hijos de su segundo matrimonio con la actriz Verónica Lario - Bárbara, Eleonora y Luigi- se repartirán en partes iguales el 30% restante.
Este reparto dará a Marina y Pier Silvio un mayor control sobre el negocio familiar, que han dirigido durante años. En un comunicado, Fininvest afirma que habrá una "continuidad" absoluta tras la muerte del fundador.
El patrimonio de Berlusconi incluye propiedades en todo el mundo, yates, el equipo de fútbol Monza y otros activos valorados en 2 mil millones de euros adicionales, que también se dividirán entre sus hijos y -si está incluida en el testamento- Fascina, con quien no estaba legalmente casado.
Atrás quedan los días en que Berlusconi, siendo primer ministro, copaba todos los titulares por sus famosas fiestas. Este año, un tribunal le absolvió por el caso en el que estaban implicadas menores, lo que supuso un gran alivio para la familia. Tras la decisión Marina dijo que "las acusaciones eran infames y sin base alguna".
Lo más importante ahora es asegurar la paz de la amplia familia de Berlusconi, su imperio empresarial y su partido político. "Todo el mundo sabe que todo depende de Marina, la matriarca de la familia".
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