Por María Ignacia Alvear C.
Los planes intervencionistas de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, para impulsar un rebote en la economía están perjudicando seriamente el desempeño de las firmas locales, con la mayoría de ellas incumpliendo las estimaciones de resultados y desplomándose en bolsa.
Uno de los sectores más afectados es el energético, donde Rousseff ordenó, a mediados de septiembre que las compañías de electricidad redujeran sus precios en 28%. Ese mismo día, Eletropaulo Metropolitana cayó 3% en bolsa, y luego reportó ganancias en el tercer trimestre por 13.700 millones de reales (US$ 6.500 millones), lo que estuvo muy por debajo de los 46.400 millones de reales estimados por analistas.
Otra compañía golpeada es Eletrobras, la mayor generadora eléctrica de Latinoamérica. Desde el anuncio del plan de la gobernante, sus títulos han caído cerca de 50%, mientras que el miércoles sus papeles se derrumbaron 20% luego de que la firma anunciara que las ganancias e ingresos del negocio de generación y transmisión serán “significativamente más bajas” en 2013. Analistas de Barclays dijeron en una nota publicada el lunes que los ingresos podrían caer hasta 30% en 2013 comparado con 2012, y que debido a los ingresos más bajos, la acción podría caer cerca de 90% en los próximos doce meses a 1 real. La meta de precio anterior para los títulos era de 29 reales. Ayer la acción llegó a un nuevo mínimo de 7,05 reales.
Eletrobras, controlada en más de 52% por el gobierno federal, ha recomendado a sus accionistas que acuerden en la reunión del 3 de diciembre aceptar el final anticipado de las concesiones, originalmente pensados a 2015 y 2017. Estos serán reemplazados por nuevos contratos que incluyen tarifas eléctricas más bajas a partir del próximo año. Las autoridades ofrecieron indemnizar a la compañía con US$ 6.700 millones, pero esa cifra es menos de la mitad de lo que la firma dejará de percibir por los cambios en las condiciones de contrato.
Inflación vs inversiones
La intervención de Rousseff también está mermando considerablemente las cifras de la petrolera estatal, Petrobras, que junto con el sector eléctrico representan al 11% de la ponderación del Bovespa.
La firma está registrando una pérdida récord de US$ 8.000 millones en su unidad de refinería este año debido a la política de mantener los precios de los combustibles bajos para frenar la inflación. Petrobras incrementó las importaciones de combustible en 65% en el tercer trimestre, las que tuvo que vender a cerca de 8% menos de lo que cuesta.
Su desempeño en bolsa tampoco ha sido el mejor. El miércoles cerró a un mínimo de cuatro meses y ha caído 13% este año. Esto causó que la petrolera perdiera el puesto de la mayor firma por capitalización de mercado de Brasil ante la cervecera Ambev, con 247.200 millones de reales frente a los 248.700 millones de reales de esta última, hasta el 21 de noviembre.
Sin embargo, una autoridad gubernamental señaló ayer a Bloomberg que Rousseff planea permitir que Petrobras eleve los precios a partir del próximo año para asegurar que la petrolera continúe con sus inversiones, ya que son claves para la meta de acelerar el crecimiento de la economía brasileña a más de 3% al año. “Es obvio que esperamos un alza”, indicó la directora ejecutiva de la compañía, Maria das Graças Foster a medios en Brasilia, añadiendo que no había un marco de tiempo para el incremento.
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