Cartas

Señor Director:


A propósito de las declaraciones de la señora ministra del Trabajo en cuanto a endurecer las multas por infracciones a la Ley Laboral, me permito informarle a la ministra que las cosas no se hacen de un modo visceral a propósito del lamentable accidente en un recinto cerrado. La política del garrote al empresario no soluciona nada, esto es un tema de conciencia, cultura y educación empresarial. 
Si la Inspección del Trabajo no es capaz de velar por la seguridad de los trabajadores, entonces hay que reformularla y procurar que ésta haga labores preventivas y no que sea un ente que siempre reacciona tarde y que, por supuesto, nunca tiene la culpa.

Rodrigo Zañartu




Señor Director:


Deja perplejos a los extranjeros en Santiago ver las festividades del “Día del Joven Combatiente.” En otras partes del mundo la gente respeta a la policía. No obstante, la izquierda radical chilena sigue avalando este “feriado” informal como si fuera algo legítimo. En los últimos años, como en 2011, los antisociales han provocado solamente “disturbios menores,” mostrando que el apoyo para los radicales ha ido disminuyendo.
La vasta mayoría de personas en Santiago hoy en día se da cuenta que la calidad de vida en la capital es parecida a otros lugares del Primer Mundo, con casi todos viendo más prosperidad en el horizonte. Este hecho ha generado aun más perplejidad en los que han llegado de afuera que no logran entender porque los chilenos toleran tales festivos de tonterías y violencia. Sólo en Chile se glorifican dos jóvenes muertos por disparar a la policía, dando a un carabinero un balazo abdominal en 1985. 
Podemos con esta celebración comprender que la izquierda radical chilena alaba a los violentos que atacan la autoridad. Además no desean, aparentemente, la buena vida que Chile ha logrado en las últimas décadas.

John Cobin

Académico Facultad Economía y Negocios U. Andrés Bello




Señor Director:


Todos los días vemos en la palestra los dimes y diretes de la acusación constitucional a la intendenta de la VIII Región, Jacqueline van Rysselberghe. Quisiera explicar ciertos hechos particulares relacionados con tal acusación. El abogado Ciro Colombara, militante del PPD, defiende a la acusada que es de la UDI. El diputado de la UDI José Antonio Kast argumenta a favor de ella, teniendo como fundamento que “se está forzando el instrumento constitucional a un juicio político”, fundamento semejante al usado en la acusación constitucional realizada a la ex ministra de Educación Yasna Provoste. Por otra parte, la Concertación esgrime a favor de la acusación varios de los argumentos que empleó la Alianza en la acusación de la ex ministra Provoste. El senador y presidente de RN, Carlos Larraín, se encontraría al parecer a favor de la acusación, mientras el jefe de bancada del mismo partido en la Cámara de Diputados, Cristián Monckeberg, está absolutamente en contra. La UDI realiza una defensa corporativa de la intendenta, no obstante conocer de las grabaciones en que aparece de manifiesto la falta de probidad en sus actuaciones. Por último y no menos importante, el gobierno se demora en tomar la decisión entre apoyar o destituir a la intendenta, y termina apoyándola sin fundamento, subordinándose al funcionamiento y directices de la UDI, y no así al imperio del Derecho, ni a los chilenos, olvidando así los principios de probidad administrativa, de transparencia, y de servicialidad del Estado.
Saque sus propias conclusiones de cómo está la política en Chile.

Tomás Larrondo Barcos




Señor Director:


El tema de la acusación constitucional contra la intendenta de la VIII Región realmente me está cansando. Creo que lo más sano habría sido que ella renunciara, ya que si bien no cometió un delito, sí se trata de una falta administrativa importante, ya que en la práctica su intención era mentir para obtener beneficios para personas de su región que no habían sido afectadas por el terremoto. 
Por más que salga airosa de la acusación, la mancha sobre la intendenta quedará y no será fácil de olvidar, ya que sus propios correligionarios de la Alianza se encargarán de recordársela.
Es lamentable que la política chilena se maneje de esta manera, ya que habría sido aleccionador que la población supiera que el gobierno no encubre la mentira -o la intención de mentir-, sino que no la acepta bajo ninguna circunstancia.

Juan Carlos Villanueva