Cartas

Ante la crisis hídrica, innovación

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Señora Directora:

En 2018, a Ciudad del Cabo (Sudáfrica) casi se le acaba el agua, pero las lluvias de invierno la salvaron. Hoy en Chile estamos ad portas de una situación similar. Es cosa de ver la salida norte de Santiago: el desierto ya llegó.

Un informe del Instituto de Recursos Mundiales (WRI) señala que 27 países, con Chile puntero, tendrán un “alto estrés hídrico” en las próximas décadas. Mientras hoy la discusión política se centra en el modelo político-económico para incentivar la construcción de desaladoras, ni los problemas ni las causas de fondo son discutidos con seriedad. En Chile seguimos botando agua dulce al mar, viendo ríos no canalizados, regando nuestros campos “a la antigua” -con técnicas como las de riego tendido o riego tecnificado ineficiente y sin control real-, perdiendo así miles y miles de litros de agua.

De eso poco se ha discutido. Problemas así requieren inversiones en innovación y nuevas tecnologías, cuyos resultados no son inmediatos. Alguna vez dijo Deng Xiaoping, “no importa el color del gato, lo importante es que sepa cazar ratones”. En tiempos de crisis eso es lo que Chile necesita: pragmatismo puro para evitar, con anticipación, que ocurra una crisis como la de Ciudad del Cabo.

Arturo Herrera
Socio y Gerente General de INNSPIRAL

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