Burocacracia corporativa
Señor Director:
La Comisión de Cultura del Senado ha avanzado notablemente en el proyecto de ley de patrimonio que reemplaza a la obsoleta Ley de Monumentos Nacionales. Sin embargo, debido a las diferencias entre lo aprobado por la Cámara de Diputados y las indicaciones del Ejecutivo, es probable que requiera una comisión mixta, lo que impediría su aprobación en el actual período legislativo.
Mientras tanto, el Consejo de Monumentos Nacionales ha reaccionado corporativamente al desmentir a la contralora sobre las demoras en sus trámites. Lamentablemente, la contralora acierta: aunque se haya reducido el “rezago”, los procesos aún son eternos y a veces se detienen por bienes de dudoso valor patrimonial o exigencias sin sentido.
Vale la pena reflexionar sobre cómo hacemos las cosas. La creación del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio trajo una burocracia excesiva, con funcionarios que duplican funciones. En cambio, el antiguo Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, del Gobierno de Ricardo Lagos, dio participación real y centró recursos en lo importante.
A veces, hay que dejar de oír reclamos corporativos y pensar en el país.
Óscar Acuña Poblete
Abogado