A la espera de la venia final de la Contraloría General de la República, la alianza entre Codelco y SQM en el Salar de Atacama comienza a tomar forma concreta. El organismo liderado por Dorothy Pérez está realizando un control de legalidad de la filial Minera Tarar de la cuprera estatal -cuyos antecedentes ingresaron el lunes- que deberá salir antes del 31 de diciembre de 2025.
Sin embargo, más allá de las rectificaciones y adecuaciones que se puedan hacer al acuerdo, hoy ya se conoce un dato clave: quiénes serán las personas que deberán sentarse a negociar, decidir y ejecutar el acuerdo que dará origen a la mayor empresa chilena de litio.
Según publicó Pulso, por el lado de Codelco los directores serán Máximo Pacheco –que asumirá como presidente de la nueva firma-, Josefina Montenegro y Alfredo Moreno, todos directores de Codelco.
SQM, en tanto, optó por un diseño distinto. Ninguno de sus actuales directores formará parte de la nueva sociedad. En su lugar, la compañía designó a su gerente general, Ricardo Ramos, principal negociador del acuerdo por parte del grupo privado, quien asumirá la vicepresidencia del directorio. Lo acompañarán dos directores externos: Hernán Uribe Gabler, presidente de Ripley, y Manuel Ovalle Edwards, director de Mall Plaza, ambos con amplia experiencia ejecutiva y sin asiento en la mesa matriz de SQM.
Así, el directorio inaugural quedará conformado por seis integrantes, con una marcada impronta técnica y ejecutiva, y con trayectorias que combinan gestión pública, gran empresa privada y gobierno corporativo. Se trata de una mesa que refleja con precisión el delicado equilibrio del pacto: paridad en la representación, poder político transitorio para SQM y una transición futura hacia el control de Codelco. Con esos nombres definidos, el foco pasa ahora desde la negociación política a la ejecución empresarial.
Este nuevo directorio, según las bases del acuerdo Codelco-SQM, durará en sus cargos “por un período de dos años al final del cual deberán ser renovados totalmente, pudiendo ser reelegidos indefinidamente”.
La definición de los nombres se produce en el marco de una arquitectura societaria especialmente delicada. Aunque Codelco tendrá la mayoría de las acciones -un 50% más uno-, hasta 2030 será SQM quien mantenga la preeminencia en el poder político de la compañía. A partir de 2031, el control se invertirá: la estatal pasará a designar cuatro de siete directores y ejercerá el control efectivo de la sociedad.
El factor Pacheco
Por Codelco, la señal es explícita. El presidente de la estatal, Máximo Pacheco, encabezará también el directorio de la nueva empresa. Su presencia no es solo simbólica: fue el principal negociador del acuerdo con SQM y el rostro público de una alianza que el Gobierno ha elevado como uno de los hitos de la Estrategia Nacional del Litio.
Sin embargo, el 25 de mayo de 2026 termina su período en Codelco, hito que abre una interrogante en el sector: ¿continuará en el directorio de la nueva compañía de litio?
Un caso parecido es el de Josefina Montenegro. Su período en Codelco termina el 11 de mayo de ese mismo año.
En tanto, Alfredo Moreno, que entró a la estatal el 14 de mayo de 2025 se mantendrá como miembro de la mesa hasta el 13 de mayo de 2029.
Según conocedores del proceso, argumentando la independencia del gobierno corporativo de Codelco y de la compañía de litio, no se proyecta un cambio en el directorio, aún si éste no convence al nuevo Gobierno de José Antonio Kast.
Sin embargo, fuentes vinculadas a la operación indican que si el nuevo inquilino de La Moneda quisiera remover a alguno o a los tres directores electos en la alianza con SQM, el directorio de Codelco debería pedir una reunión extraordinaria de accionistas para renovar sus integrantes conforme con las posibilidades que otorguen los estatutos de la sociedad.
Por tanto, el tema quedará resuelto -los directores nombrados- pero abierto y dependerá de quien asuma la presidencia de Codelco en mayo de 2026 si se inicia una remoción de sus representantes en la nueva empresa de litio.
Las primeras misiones del directorio
Con los nombres ya definidos, la principal tarea de la mesa será transformar un acuerdo político en una empresa operativa. La fusión entre SQM Salar y Minera Tarar implica integrar contratos, activos, sistemas y equipos con culturas distintas, en un negocio que concentra el principal activo estratégico del litio chileno.
De hecho, una de las principales misiones será dar nombre a la compañía, que hasta el momento aún se desconoce y que refleja también la capacidad de ponerse de acuerdo de los integrantes.
Asimismo, una vez constituida la mesa directiva, en la primera sesión, y elegidos el presidente y vicepresidente, se procederá a definir los cargos clave de la compañía: quién será el gerente general de la firma naciente; el nombre del gerente de finanzas; así como la constitución del comité de directores y el de auditoría. 