Cartas

Señor Director:


Hoy se celebra el Día Mundial de la Propiedad Intelectual. Si bien este día fue instituido recién en 2000 para conmemorar la creación de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), los sistemas de derechos de autor, marcas y de patentes son de larga data, incluso en nuestro país. Desde que se que se incluyó una cláusula de propiedad intelectual en la Constitución de 1833, y hasta nuestros días, la propiedad industrial ha evolucionado, se ha perfeccionado y es hoy un elemento esencial dentro de las políticas de desarrollo. A veinte años de la promulgación de la actual ley que regula el sistema de marcas, patentes, diseños industriales y modelos de utilidad en Chile y a más de dos años de la creación del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi), podemos decir con orgullo que la propiedad industrial ha alcanzado en Chile quizás no su madurez, pero sí su adolescencia.
A lo largo de estos años se ha discutido también el valor que agrega la propiedad industrial a países como el nuestro. Algunos creen que el sistema no colabora al desarrollo de la industria nacional y que las herramientas son subutilizadas. Sin embargo las solicitudes de chilenos han ido en constante aumento en los últimos años y no podemos olvidar el gran uso de las denominaciones de origen en nuestros vinos, el reconocimiento en 2010 de la primera indicación geográfica agroindustrial (el limón de Pica) y que según la estadísticas de OMPI para 2010, Chile tiene el record mundial de solicitudes de marcas por residentes ajustadas al PIB. 
Estos son algunos de los hitos que justifican seguir trabajando por un sistema equilibrado, más robusto y coordinado que potencie el esfuerzo de nuestros innovadores y emprendedores.

Maximiliano Santa Cruz Scantlebury

Director nacional Instituto Nacional de Propiedad Industrial 




Señor Director:


Aun en tiempos de inmenso cinismo acerca de la actividad política, la natural expectativa ciudadana es a esperar que estos sean dignos de la confianza que en ellos se deposita. Muy por encima de la responsabilidad ante la ley o la ambigüedad de la responsabilidad política, están la ética, y como ha quedado demostrado, el orgullo y la integridad. En lo que debemos tener cuidado, es en el inculcamiento del desprestigio de los políticos, porque eso nos aleja y nos distrae de un desprestigio mucho mayor, el desprestigio y el descalabro de nuestra sociedad. ¿Cuándo llamaremos al pan, pan, y al vino, vino, pero por decisión propia y no por inculcamientos o conclusiones ajenas o por una falsa lealtad política, institucional, de clase, o de fe?


Luis Alberto Moya Rebolledo

 

Señor Director:


La OCDE y el PNUD, así como otros importantes organismos internacionales, emiten periódicamente informes conteniendo estudios de gran valor para el mejoramiento de materias que son interés para nuestro país.
Aquí muchos de esos trabajos se tienen muy poco en cuenta, excepto algunos análisis que son hechos por ciertas entidades o particulares.
Es preciso crear una instancia mixta que se encargue de reunir esos informes extranjeros y los análisis practicados. Después, organice debates de adecuado nivel en torno a esos antecedentes. Las conclusiones que se obtengan se publicarán. Todo ello debería contribuir a la aplicación de mucho de lo que ahora desaprovechamos.

PATRICIO FARREN CORNEJO