Cartas al Director
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Mercosur
Señor Director:
Si recordamos que Chile ha liderado una postura de acercamiento progresivo entre el bloque del Pacífico, la Alianza del Pacífico, y el bloque del Atlántico, el Mercosur, sin duda que los resultados y acuerdos de la reciente Cumbre del Mercosur en Brasil, tenían mucho interés para nuestro país. Sin embargo, los dos grandes temas que destacaron de la Cumbre pueden analizarse desde un doble punto de vista para el propósito que ha liderado Chile.
El primero de ellos fue buscar un mecanismo más flexible en sus acuerdos económicos para, de ese modo, lograr un futuro acuerdo comercial con la Unión Europea. Esta nueva posición de apertura a otros bloques, puede a futuro acercar posiciones y puntos de encuentros con la Alianza del Pacífico. Sin embargo, el segundo gran tema, la incorporación oficial de Bolivia, hace pensar que el acercamiento entre los dos bloques no se dará tan fácilmente. Es conocida la crítica del gobierno boliviano a la posición económica y ciertos principios que regulan la integración de la Alianza del Pacífico, por lo que es posible que, cada vez que se presenten futuros intentos por acercar a ambos bloques –como lo fue el realizado en Santiago en noviembre del año pasado-, Bolivia no sea un actor que los facilite.
Yun-Tso Lee, Director del Centro de Estudios de Relaciones Internacionales (CERI), Facultad de Gobierno, Universidad del Desarrollo
Pensamiento mágico-legalista
Señor Director:
Uno de los aspectos de fondo que deja ver, aunque no con la atención suficiente, la fallida -y esperemos que no insistente- ola de reformas refundacionales en Chile es que poseemos en general un pensamiento mágico-legalista. La omnipotencia de la ley, aquella pregonada por los misioneros de la voluntad general, ya no tan solo se ha convertido fatalmente en omnipotencia del gobierno, en palabras de Alberdi, sino que además, mientras antes era relativa tan sólo respecto de las demás fuentes del Derecho, como la jurisprudencia, la costumbre y la doctrina, se ha superado a sí misma y ahora se ha creído que su alcance es absoluto. En efecto, creemos que la ley es capaz de transformar la realidad de modo que el hombre y la sociedad son masas moldeables por la voluntad excelsa del legislador, que la ley puede mutar las reglas económicas con plena impunidad, fantaseamos con que las reformas tributaria, laboral y constitucional no alterarán el crecimiento y luego... el pensamiento mágico-legalista choca con el mundo. Este pensamiento es transversal a toda nuestra sociedad y es necesario que lo abandonemos en pos de asumir un "realismo" verdadero, con todas las renuncias que sean necesarias.
Joaquín Rodríguez Droguett, Director de Formación, Círculo Acton
Incompetencia frente a la delincuencia
Señor Director:
Si de acuerdo con los últimos antecedentes sobre delincuencia y en especial las estadísticas sobre los robos en Santiago, donde apenas un 5% en promedio termina detenido, de ese porcentaje, ¿cuántos son efectivamente imputados y condenados?
Sumémosle a ello limitaciones y falta de convencimiento para aplicar el control de identidad como mínimo. La conclusión obligada sería que sin lugar a dudas el control real sobre la delincuencia que logra el Estado a través de los diferentes Poderes, ministerios, organismos e instituciones, el nuevo Proceso Penal y reformas, etc, es prácticamente irrelevante y que todo lo creado por nuestra democracia para tal efecto no ha demostrado la mínima eficiencia y resultados esperados.
El cúmulo de antecedentes existentes nos mostraría que sin lugar a dudas deberíamos repensar todo.
El problema es demasiado grave.
O bien, me pregunto, ¿es posible otra lectura de los hechos? ¿es esta una visión pesimista? ¿es que deberíamos tomar la justicia por nuestras manos o finalmente se pretende tapar el sol con un dedo?
José Manuel Caerols Silva