Cartas al Director

Señor Director:


El capitalismo consciente impulsado por Raj Sisodia y John Mackey está causando furor en el mundo corporativo, que considera en el centro del negocio a todas las personas y organizaciones que participan en la sociedad. Aun cuando esta nueva filosofía económica vaya más allá de la RSE e intente corregir el error fundamental de la plutocracia, que es de privilegiar el interés personal por sobre el grupal, todavía quedan temas huérfanos.

Probablemente, al instaurar un capitalismo filantrópico o eclesiástico, en donde los bienes se segmentan en temporales o eternos, se evitarían actitudes como: el egoísmo, el acaparamiento de lo material y la misantropía; llevando a la persona a disfrutar de una plena armonía y de alcanzar un estado de verdadera felicidad.




Francisco Abarca Tuzzini


Ingeniero Civil Industrial


Señor Director:


La comunidad científica se ha conmocionado con el anuncio del presupuesto del programa Fondecyt para el año 2014. El grave daño que implicaría para la ciencia nacional detener el crecimiento de este programa, el que en la práctica constituye la única fuente de financiamiento para la actividad científica de los investigadores jóvenes y la más importante para investigadores consolidados, amenaza no sólo con hacer retroceder el desarrollo científico del país, sino que revela una pobre mirada del desarrollo del país a largo plazo, para el cual se requiere de investigación científica básica que permita generar conocimiento para el desarrollo social y cultural, y para generar futuras tecnologías y aplicaciones que permitan generar nuevas innovaciones y desarrollos económicos.

Resulta paradójico que se proponga dicho presupuesto para el año 2014 para Fondecyt, cuando el informe 2013 de indicadores cienciométricos elaborado por Conicyt y Scimago confirman la capacidad de la comunidad científica nacional, lo que se refleja en la mejor relación de documentos por población en la región, y en el alto nivel de publicaciones en revistas del primer cuartil (Q1) derivadas de resultados del programa Fondecyt.

Es urgente que no sólo se corrija el grave retroceso que implica el presupuesto 2014 para Fondecyt, sino que además se acelere la inversión pública y se avance en una institucionalidad para la ciencia que atienda tanto a las preocupaciones de la comunidad científica como las evaluaciones del propio sector público (como el informe previamente mencionado). Esto contribuirá a fortalecer el desarrollo y futuro de nuestro país.




Tomás Norambuena


Presidente Fundación Más Ciencia


Pablo Astudillo


Secretario Fundación Más Ciencia


Señor Director:


Definitivamente hay colegios que son más exigentes que otros: en colegios o liceos de excelencia es mucho más difícil estar entre los mejores. Uno de los argumentos dados por el Cruch para adoptar la medida es que va a aumentar la diversidad de los estudiantes que entran a la universidad, es decir van a entrar alumnos con un buen ranking pero menos preparados, que desplazan a otros más preparados.

Si alumnos mediocres desplazan artificialmente a buenos alumnos por efectos del ranking, se genera un incentivo perverso a que esos alumnos buenos van a irse a liceos malos para asegurar el ranking y los alumnos malos van a estar subsidiados por lo que van a esforzarse menos ya que tiene esa ayuda extra, es decir lo único que aumenta es la mediocridad.

Los liceos de excelencia han amenazado con subir notas artificialmente para contrarrestar la medida, si todos los que se sientan perjudicados van a sentirse con el derecho de subir las notas artificialmente, vamos a terminar llenos de alumnos con muy buenas notas, pero nadie sabe nada respecto del conocimiento, es decir obtenemos mediocridad, por lo que en un país de ciegos el tuerto será el rey.




Ricardo López Bisquertt


Ingeniero Comercial PUC y Académico UNAB