Frente Amplio
Señor Director:
Un joven dirigente del Frente Amplio amenaza: “Si llegara a ganar la derecha seremos una pesadilla para Piñera”. En el mundo globalizado en que los países compiten entre sí y los presidentes de izquierda y de derecha quieren lo mejor para su país, una pesadilla para el presidente es una pesadilla para el país y su gente. Es extraño que ese mismo dirigente diga que “con el 20% obtenido en las elecciones las chances que tenemos de ser gobierno en cuatro años más son totalmente ciertas, si hacemos un buen trabajo”. Parece creer que a la gente le atraerán los políticos tan convencidos de sus ideas, buenas o malas, que no les importa que al país le vaya mal. Los tiempos en que alguien acuñó la frase aquella de “negar la sal y el agua” a un gobierno que no era de su gusto, afortunadamente ya pasaron. ¿Renovación de la política o “izquierda cavernaria”?
José Luis Hernández
Centro político
Señor Director:
Para el próximo 17 de diciembre los electores de centro y de centro izquierda que tienen pretendido votar por Alejandro Guillier estarán en una clara encrucijada, porque tendrán que votar o por una candidatura de centro derecha que se ha abierto decididamente al centro político o a una candidatura originalmente de centro izquierda que ahora está postrada a los intereses de la izquierda más dura.
Las principales reformas que se han mal hecho hasta hoy han sido con leyes simples, es decir, que requieren en las cámaras una mayoría absoluta o del 50%+1, que es el quorum más bajo para cualquier ley, y actualmente ninguna coalición lo alcanza sola. Si Piñera quiere gobernar, necesitará los votos de la DC y correrse al centro. Pero aquí viene lo problemático: si Guillier quiere gobernar, necesitará para cada una de las leyes que quiera implementar, hasta para la más insignificante, de los diputados del Frente Amplio, quienes no dudarán en correr hacia su izquierda dura cada uno de los proyectos.
Creo que para alguien que no gusta de los extremos la cosa es clara: la candidatura de Guillier no es opción.
Joaquín Rodríguez Droguett
Ideas
Señor Director:
Es una lástima ver cómo la derecha carece de discurso e ideas, limitandose a bailar al son de la izquierda y los mal llamados “movimientos sociales”. El más claro ejemplo es la gratuidad, donde finalmente, por presiones del senador Ossandón, se decidió profundizar es esta mala política pública.
Mientras el sector no comience a plantear discusiones y proyectos propios, saliendose de su actitud meramente reaccionaria, nunca se podrá permear en Chile. La promesa de economía no es suficiente, la política requiere de la épica e idealismo para encantar a los corazones, y francamente ahí estamos al debe.
Pablo Errázuriz L.