Cartas al Director

Señor Director:


Como ha sido la tónica desde que se encuentran en la oposición, los partidos de la Concertación nuevamente han salido a relativizar una noticia que es muy esperanzadora para Chile. Lo hicieron con el crecimiento económico, con la creación de empleos y esta vez con los resultados de la encuesta Casen.
El hecho de que entre 2009 y 2011 150 mil personas hayan abandonado su condición de indigencia debiera sólo causar alegría, esperanza y buenos deseos para quienes tienen la misión de crear las políticas públicas que permitan acabar con la pobreza.

Cristóbal Castro F.


Señor Director: 


Sorprende de nuestros líderes que están realizando labores en organizaciones internacionales tengan tiempo para contactos con su terruño del tipo político personal, saludos a sus socios, pero no hay tiempo para temas que nos preocupan a todos los chilenos en los cuales tienen harto que decir. Para llamarlos a un momento de reflexión, citaré un proverbio chino: “Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa”.

Luis Enrique Soler Milla



Señor Director:

Enhorabuena: se confirma que en nuestra sociedad aumentan los indignados en tándem con la disminución de la pobreza....

Gabriel Guiloff



Señor Director:


En una reunión de amigos, saltó la pregunta, ¿Para qué trabajar? Y recordé un chiste de un pescador recostado en la playa y un empresario le pregunta, de quién es el bote que está en la orilla. Mío, respondió el pescador, ¿Y por qué no estás pescando? preguntó el ejecutivo, ¿Para qué? Dijo el pescador, así podrías comprar más botes, ¿Y para qué?, para mejorar las utilidades y formar una empresa. Y así estuvieron un rato hasta que el ejecutivo con aire de impotencia le dijo, ¡Para poder descansar tranquilo! A lo que el pescador respondió, ¡Pero, si es eso lo que estoy haciendo!
Cuando lo escuché me reí por la picardía del pescador, pero ahora me preocupa el ejecutivo, quien es el que está perdido. Probablemente su trabajo no lo realiza porque tiene sus objetivos personales en algo totalmente material y egoísta.
Durante estos años trabajando en la búsqueda de ejecutivos he visto lo mismo: un discurso políticamente correcto de porqué las personas se cambian de trabajo, pero en el fondo se nota que no son felices. Creo que los desafíos temporales no son suficientes para poder alcanzar la deseada paz en el corazón.
Gracias a Dios he tenido la suerte de encontrar una respuesta y es que trabajar no pasa por lo material sino por lo espiritual. Poder cumplir un objetivo y tener la satisfacción que aportamos en esta vida, hace que nuestra labor diaria tome un sabor muy distinto. Si trabajamos con justicia y generosidad, podremos encontrar la razón de porqué trabajamos. Los invito a reflexionar en el verdadero sentido del trabajo.

Ignacio González Lacoste

Gerente General Mandomedio.com



Señor Director:


En la columna de Claudio Agostini “El norte de una Reforma Tributaria”, se plantea que la redistribución del ingreso debe realizarse mediante un impuesto progresivo, y que hacerlo a través de exenciones de IVA (o eventualmente otra suerte de impuestos indirectos) es ineficiente, juicio con el que estoy totalmente de acuerdo.
Sin embargo, y pensando más allá de la eficiencia y de lo técnicamente correcto, en la práctica, al menos el 20% del ingreso de las familias de menores va a parar a las arcas fiscales, para que después el Estado “se lo redistribuya”, es decir, decida cómo, cuándo y de qué forma devolvérselo (si es que esto ocurre). Suena bien parecido a pulpería. ¿O no?


Loreto Ferreri



Señor Director:


A los ingleses se les olvidó su rigurosidad al momento de pone la bandera coreana...

Juan Caelos Villanueva