Cartas al Director

Servicios financieros y comisiones


Señor Director:

Me refiero a la columna del abogado señor Íñigo de la Maza, publicada en la edición del día 8 de agosto pasado, quien en relación con la modificación de contratos de servicios financieros, postula al Sernac como un “intermediario suficientemente calificado”, para velar porque las comisiones que se cobren por dichos servicios no disfracen ganancias ilícitas de los proveedores, eludiendo con ello los límites que en materia de intereses establece la ley N° 18.010. Sin perjuicio de la incompatibilidad del rol propuesto al Sernac, resulta evidente que la columna presenta graves errores conceptuales, siendo el más básico la confusión entre servicio financiero y crédito.
Para graficar esta confusión, un ejemplo. El servicio financiero típico es la cuenta corriente, que se asocia normalmente a una línea de crédito y otros servicios transaccionales. Los bancos cobran comisiones por los servicios asociados a la administración de la cuenta corriente, la disponibilidad de la línea de crédito y por servicios transaccionales. Estas comisiones constituyen el precio por dichos servicios financieros, los cuales deben reflejar los costos directos e indirectos y el legítimo margen o retribución por los servicios en el marco de una actividad económica lícita en un contexto de libre competencia.
Lo anterior no puede confundirse, por ejemplo, con el crédito que se genera, con el giro y orden de pago en contra de la línea de crédito, el que constituye una operación de crédito de dinero a favor del cliente y como contraprestación, el banco cobra la tasa de interés pactada. Es decir, el interés por la utilización de la línea de crédito, que tiene como límite la tasa máxima convencional, es distinto a la disponibilidad de la línea, por lo que en el cálculo de la tasa máxima convencional debe excluirse las comisiones y gastos asociados, pues son ajenos a la operación de crédito de dinero.
Pareciera que el columnista considera que las comisiones no son otra cosa que la manifestación del poder de los bancos para explotar su poder de mercado, adhiriendo con ello a un prejuicio generalizado. Esta creencia carece de toda lógica, ya que sólo un banco ineficiente esperaría los ajustes de comisiones para valerse de su posición de mercado. Las comisiones que los bancos cobran a sus clientes no son otra cosa que el precio de una banca transaccional y masiva, considerando los costos que representa para la industria bancaria la operación de los sistemas de pagos.
Por lo expuesto, carece de todo sentido prohibir los ajustes de comisiones o someter al Sernac su aprobación, como propone el columnista. Lo que realmente morigera el incentivo a introducir cobros subrepticios es facilitar la libre e informada movilidad de los clientes bancarios en un contexto de libre competencia.

Jorge Awad M., Presidente Asociación de BancoS


Selección de directivos escolares


Señor Director:

Interesante es el estudio que nos presentan Mario Waissbluth y Ximena Pizarro sobre el sistema de selección de directivos escolares (Nota Técnica n° 10 del Centro de Sistemas Públicos). Que la selección se desarrolle con la participación del Servicio Civil (Alta Dirección Pública) es un hecho que le ha dado confiabilidad al proceso y el estudio lo ratifica positivamente.
¿Por qué no se incluyen obligatoriamente en estos concursos a los establecimientos dependientes de corporaciones municipales u otros que se financian mayoritariamente con fondos públicos? Desde el punto de vista del desarrollo de capacidades profesionales, y considerando nuestra experiencia como Fundación Chile en el acompañamiento y formación de cientos de directivos, es imperativo asociar la carrera directiva de la actual discusión de carrera docente y pensar en una vinculación inteligente.
Finalmente, por muy rigurosa que sea la selección, esto no asegura mejores desempeños si no hay atribuciones suficientes, un conjunto de metas razonables asignadas por el sostenedor y un financiamiento mínimo asegurado, tal como el estudio lo deja ver. La reforma en marcha debería ser vista como una oportunidad para que el sistema potencie procesos como este.

Mario Uribe
, Director de Gestión y Liderazgo Escolar, Fundación Chile