El doble beneficio del compliance
Señor Director:
La entrada en vigencia de la Ley N° 21.595 sobre Delitos Económicos hace un año redefinió el mapa de riesgos corporativos en Chile. El compliance dejó de ser un apéndice legal para consolidarse como un activo estratégico. Las empresas enfrentan más de 200 tipos penales que pueden generar responsabilidad, incluyendo delitos tributarios, medioambientales y de corrupción.
Según cifras de la Unidad de Análisis Financiero, los reportes de operaciones sospechosas aumentaron 18% en el último año. Este incremento refleja un entorno regulatorio más vigilado, donde los directorios deben asumir un rol activo en la supervisión de los modelos de prevención. El desafío no es solo interno, ya que la ley exige controles sobre terceros: proveedores, contratistas y aliados. Si una empresa se beneficia de un acto ilícito cometido por un tercero, puede ser penalmente responsable. Esta exigencia obliga a extender la gobernanza más allá del perímetro corporativo.
En este nuevo estándar, el compliance no es solo una línea de defensa, sino que asegura continuidad, protege la reputación y refuerza la competitividad. Para muchas PYME representa, además, una oportunidad para profesionalizar procesos y mantenerse dentro de la cadena de valor.
José Ignacio Camus
Co- Founder Admiral One
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