Click acá para ir directamente al contenido
Columnistas

América Latina: el nuevo motor verde del planeta

ANDRÉS REBOLLEDO Secretario general de Olacde

Por: Equipo DF

Publicado: Miércoles 31 de diciembre de 2025 a las 04:00 hrs.

Los datos recientemente publicados por la Organización Latinoamericana y Caribeña de Energía (Olacde) en su Panorama Energético 2025 no dejan lugar a dudas: nuestra región ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad vibrante en la transición energética global.

Con un 67% de su electricidad proveniente de fuentes limpias, América Latina y el Caribe (ALC) se posiciona como un referente de descarbonización, logrando hitos que hace una década parecían inalcanzables.

“En este tablero regional, Chile se erige como laboratorio y vanguardia. El país ha sabido capitalizar su geografía privilegiada para liderar en generación solar y también en la ambiciosa apuesta por el hidrógeno verde”.

El informe destaca que el 68% de la nueva capacidad instalada en 2025 fue renovable, con un protagonismo estelar de la energía eólica y solar, cuya generación creció un robusto 19% respecto al año anterior.

Este avance no es solo técnico, sino también de mercado y hábitos: la movilidad eléctrica ha explotado con un crecimiento del 851% entre 2022 y 2025, señalando que el ciudadano común ya es parte activa del cambio.

Sin embargo, el realismo energético también se impone; mientras el carbón y el petróleo retroceden en la generación eléctrica, el gas natural se consolida con un aumento del 12%, funcionando como el combustible de transición y respaldo necesario para la intermitencia de las renovables.

En este tablero regional, Chile se erige como el laboratorio y vanguardia de la transición. El país ha sabido capitalizar su geografía privilegiada para liderar no solo en generación solar en el desierto de Atacama, sino también en la ambiciosa apuesta por el hidrógeno verde.

La realidad chilena hoy se centra en el desafío de la transmisión y el almacenamiento; con una capacidad regional de baterías que ya alcanza los 1.7 GW, Chile presiona para que la infraestructura esté a la altura de su potencial generador, demostrando que la voluntad política y la inversión privada pueden acelerar los plazos hacia el “Net-Zero”.

Mirando hacia el 2050, el escenario de descarbonización acelerada es ambicioso: se prevé que la capacidad instalada se triplique y que las renovables alcancen el 83%. Pero el camino no está exento de obstáculos.

Por un lado, la expansión de los data centers en América Latina y el Caribe transformará el sector comercial, llegando a representar el 40% de su consumo eléctrico y el 10% de la demanda total de la región. En paralelo, la producción de hidrógeno verde —clave tanto para el consumo interno como para la exportación— demandará aproximadamente el 12% de la generación eléctrica total. En conjunto, estos dos sectores no solo redefinirán el mapa del consumo, sino que exigirán una infraestructura masiva para sostener industrias que, hacia mediados de siglo, serán los pilares de la oferta energética regional.

América Latina ya demostró que puede limpiar su matriz; el desafío ahora es financiar y sostener ese ritmo para que el 2050 sea, finalmente, el año en que la región respire aire puro sin frenar su desarrollo.

Te recomendamos