Consentimiento expreso y bancarización
Con la eliminación del consentimiento tácito, los bancos tienen que buscar
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Con la eliminación del consentimiento tácito, los bancos tienen que buscar la manera de obtener el consentimiento expreso de sus clientes para adecuar las comisiones a los cambios en los costos de prestar los servicios.
El reglamento del Ministerio de Economía consideraba como mecanismos válidos para obtener el consentimiento expreso el uso de medios electrónicos como, por ejemplo, los correos electrónicos o el contacto por medio de la página web o los cajeros automáticos. Esto acotaba parcialmente el costo que significa la eliminación del consentimiento tácito. Sin embargo, la reciente decisión del gobierno de revisar el reglamento deja nuevamente a la banca en un escenario de total incertidumbre respecto de la manera en que podrá ajustar las comisiones que cobra por los servicios que presta. Esto afectará de manera significativa el exitoso proceso de bancarización de los últimos años. Mientras menos expedito sea el mecanismo que finalmente se implemente para conseguir el consentimiento expreso para adecuar las comisiones, más costoso será servir a los clientes, lo que se traducirá en una reversión del proceso de bancarización que exitosamente los bancos han logrado durante los últimos años.
Los más vulnerables a un encarecimiento de los costos operacionales para ajustar los contratos serán los clientes con cuentas con saldos bajos cuyo float es pequeño y las comisiones son el principal medio para recuperar los costos.
Asimismo, una proporción importante de los ingresos de los productos transaccionales propios de la banca masiva como, por ejemplo, las cuentas vista, las tarjetas de crédito y débito, y los medios de pago electrónicos, proviene de comisiones. Si el proceso de adecuar las comisiones se torna más costoso, ellas necesariamente tendrán que subir y el acceso a estos medios de pago modernos y más baratos disminuirá; las personas con menor disposición a pagar por servicios bancarios y los clientes con cuentas pequeñas seguramente quedarán desbancarizados. Adicionalmente, la necesidad de conseguir el consentimiento expreso para cambiar las comisiones generará necesariamente una discriminación arbitraria entre clientes. Como contactar a los clientes para que acepten los cambios en las comisiones toma tiempo, por al menos un lapso un banco tendrá clientes de iguales características pagando distintas comisiones por los mismos servicios. Así, la exigencia del consentimiento expreso genera una discriminación de precios no buscada por la banca.
Un mayor costo de adecuar las comisiones por los servicios financieros que los bancos prestan también tendrá un efecto adverso en el acceso al crédito. El mayor costo de recaudar comisiones obligará a los bancos sustituir en el margen entre fuentes de ingresos subiendo sus spreads. El efecto directo será una caída en la cantidad demandada de créditos. Además, el aumento en los spreads para recaudar los costos también reducirá la oferta de créditos. Por una parte, el riesgo de la cartera de créditos no es independiente de la tasa de interés cobrada porque cuando sube atrae a una mayor proporción de deudores más riesgosos, lo que los economistas denominan selección adversa. Es sabido que para evitar este efecto y preservar la solidez del sistema bancario, los bancos deben necesariamente racionar el acceso al crédito.
Asimismo, tasas de interés más altas disminuyen la tasa de retorno de los proyectos que se financian y estimula a los deudores a tomar proyectos más riesgosos, lo que los economistas denominan riesgo moral o de comportamiento. Ese mayor riesgo se reflejará necesariamente en un aumento en la tasa de colocación.
En resumen, mientras menos expedito sea el mecanismo que finalmente se implemente para conseguir el consentimiento expreso para adecuar las comisiones, los bancos se verán obligados a incrementar las comisiones que cobran por sus servicios transaccionales en el origen pero también aumentarán los spreads; con ello caerá la tasa de bancarización, aumentará el riesgo de crédito y el costo por créditos incobrables.