DF Tax | Programa tributario de Jeanette Jara: recetas añejas para el subdesarrollo
Claudio Bustos, socio de Bustos Tax & Legal.
Hay una idea central que subyace a las propuestas tributarias de la candidata del Partido Comunista: aumentar impuestos y no bajarlos. La candidata ha declarado expresamente que no tiene intención de reducir el impuesto a las empresas, el cual en la actualidad es de un 27% y está muy por sobre el promedio de la OCDE.
Por otra parte, ha planteado un nuevo impuesto a “los súper ricos”, lo que sea que pueda entenderse por ello, ya que es una de las expresiones más manidas por los gobiernos de izquierda de los últimos años. Asimismo, ha planteado como hoja de ruta de su Gobierno un libro que, entre otras cosas, propone la tributación de las utilidades de las empresas, a nivel de los propietarios, sobre base devengada. Esto es, antes de ser retiradas de la compañía. En resumen, un conjunto de medidas que producirían como efecto un profundo desaliento a la inversión y al crecimiento y, probablemente, una estampida de inversionistas y patrimonios, incluso superior a la que se produjo en los últimos años bajo el actual Gobierno.
“No sería de extrañar que se vuelva a insistir con medidas como el impuesto al patrimonio, tributo que ha ido desapareciendo progresivamente en el mundo debido a su ineficacia y a su dificultad de implementación, además de la aversión que provoca en los contribuyentes”.
Evidentemente, las medidas enunciadas no llaman la atención si se considera que son parte del programa de un gobierno comunista, pero constituyen una profunda alarma para quienes estamos preocupados por recuperar el crecimiento económico y desarrollo de Chile. Frente a las magras cifras de crecimiento actuales y al nada despreciable nivel de endeudamiento fiscal, lo que hace falta son medidas tributarias que vayan en la dirección de facilitar la creación de riqueza, que promuevan el crecimiento de las empresas y atraigan mayor inversión.
Las reformas tributarias propuestas por los gobiernos de Boric y por el segundo gobierno de Bachelet, han tenido por objeto casi exclusivo aumentar la recaudación a través del alza de impuestos, olvidando por completo el factor crecimiento económico, olvidando también la importancia de la reducción del gasto fiscal. De hecho, la medida de tributación de los propietarios de empresas sobre utilidades devengadas que se propone en el libro que la candidata pretende seguir como hoja de ruta, era la propuesta “estrella” de la reforma del ministro Arenas bajo el segundo mandato de la citada Presidenta, la cual, evidentemente, de haberse aprobado, habría significado la quiebra de un gran número de empresas, y la huida por parte de inversionistas, con el consecuente efecto en la economía del país. Afortunadamente, en esa oportunidad primó la cordura, y se evitó el desastre que habría significado aquella medida. Sin embargo, vemos con estupor cómo se proponen nuevamente medidas que se sabe están destinadas al fracaso, y que no tienen ninguna lógica, pues en vez de incrementar la recaudación fiscal, producirían el efecto contrario, al desincentivar la inversión y alentar la fuga de capitales.
No sería de extrañar que se vuelva a insistir con medidas como la del impuesto al patrimonio, tributo que, sabemos, ha ido desapareciendo progresivamente en el mundo debido a su ineficacia y a su dificultad de implementación, además de la aversión que provoca en los contribuyentes. Por lo tanto, frente a la candidatura y potencialidad de gobierno de un régimen comunista en Chile, sólo cabe exclamar, y ahora, ¿quién podrá defendernos?