Columnistas

El futuro de las organizaciones

Emprendedor, co-fundador de Alma Suite

Por: Tomás Sánchez | Publicado: Miércoles 6 de abril de 2016 a las 04:00 hrs.
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las cosas como son: el 95% de las personas en una empresa no conoce los objetivos de ella, el 60% de los problemas son consecuencia de una mala comunicación y más del 30% del día se va en cosas no productivas. Además más del 80% de las personas en Chile se siente aburrido o frustrado en su trabajo, entonces difícil que trabajen bien sin ganas. Las empresas funcionan “a pesar” de todo esto, cuando la verdad es que podrían andar muchísimo mejor. La administración actual presume un aparato que responde a patrones lógicos, pero las organizaciones no están hechas de piezas, sino que de personas.

La gran mayoría de las empresas busca ser “una máquina”, otras han evolucionado más y buscan ser “una familia”, más participativas y pluralistas. No todo es dinero, sino que también hay personas, proveedores y comunidades. Sin embargo aún siguen presentes los problemas enunciados al principio ya que faltan dos ingredientes fundamentales: confianza y capacidad de adaptación. Compañías sin importar el mercado o su gente tienen estructuras similares y sus formas responden a un afán de control como respuesta a la desconfianza.

Sin embargo, hay muchas empresas en el mundo que apuestan por algo diferente: establecer formas de trabajo basados en la confianza y con estructuras que responden a la realidad de cada una y van evolucionando. El principal cambio de paradigma tiene que ver con la “autogestión”; equipos autónomos que son capaces de tomar decisiones des-centralizadamente. Los jefes se reemplazan por roles, los equipos se hacen cargo de todo lo que tiene que ver con su negocios o responsabilidades, sin áreas e apoyo, se crean mecanismos de consulta para tomar decisiones y otros para resolver conflictos. En definitiva le dan muchas más atribuciones y responsabilidades a todas las personas. Generadoras de electricidad como AES, fabricas de piezas para automóviles como FAVI, Buurtzorg con más de 6.000 enfermeras en Holanda, colegios como ESBZ en Berlín y muchas otras sin discriminar tamaño o industria.

Lo anterior se traduce en personas mucho más motivadas, dispuestas a dar más porque ellas son las reales responsables. Las decisiones se toman más cerca del cliente, de la operación y de los problemas, por ende no hay que convencer a nadie de hacer cambios. Las empresas y el trabajo de cada uno va tomando un propósito más claro y la adaptación a lo externo o interno es más ágil y menos costosa. Así, al operar con más confianza, con un esquema más flexible y des-centralizado, y al estar más comprometidas con el rumbo de la empresa; se toman mejores decisiones y las personas son más productivas y felices.

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