Elecciones en Perú
Las elecciones del 10 de abril próximo en Perú prometen ser infartantes. Hay apenas seis puntos de diferencia entre el primer y el quinto candidato.
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Las elecciones del 10 de abril próximo en Perú prometen ser infartantes. Hay apenas seis puntos de diferencia entre el primer y el quinto candidato. La razón es simple: en las últimas semanas los que estaban abajo (el nacionalista Humala y el empresario Pedro Pablo Kuczynski) han subido vertiginosamente, y los que estaban a la cabeza han bajado (especialmente el ex alcalde Castañeda y el ex presidente Toledo). Keiko Fujimori mantiene un estable 20% que no baja, pero tampoco sube.
Con ello, tenemos seguro una segunda vuelta -en dos meses más- y un cierre de campaña muy intenso. Lo que no podemos vaticinar hoy es quiénes serán los dos presidenciables que pasen a la segunda ronda. Las combinaciones son múltiples.
La principal novedad es que Ollanta Humala ha logrado la primera posición, a escasa distancia de Keiko y Toledo. Todos bordean los 20 puntos, a días de las elecciones se prevé que aumenten los ataques, con mucho impacto mediático y escasa profundidad programática. La mayoría de los candidatos no se diferencian mayormente en materia económica, salvo Humala que aunque en su programa tiene un tono crítico, en los últimos días ha moderado sensiblemente su discurso.
Tampoco es descartable que algún candidato abdique a favor de alguno de los punteros -o de los que van al alza- con lo cual el panorama puede cambiar.
Una lectura desde Chile debiera observar dos posibilidades en la campaña de la segunda vuelta:
En primer lugar, justo es reconocer que el nacionalismo no ha jugado un rol en la campaña hasta la fecha. Pero nada asegura que ello no ocurra en la segunda ronda. En especial si uno de los que pasa es Humala. Si bien su discurso se ha moderado sensiblemente, hay aprensiones que recurra a argumentos de este tipo para diferenciarse. De hecho, la publicación de las encuestas que lo situaron en primer lugar provocó al día siguiente una fuerte caída de la Bolsa de Lima.
En segundo lugar, una segunda ronda garantiza polarización. Más aún cuando la campaña no se ha caracterizado por ser un debate de ideas. Las mediciones actuales -que pueden cambiar en estos días- auguran que Humala, sólo podría derrotar al empresario Pedro Pablo Kuczynski. Frente a los demás candidatos pierde. Pero aunque pierda, el nacionalismo puede condicionar la agenda del próximo gobierno. En las últimas elecciones presidenciales, el nacionalismo alcanzó el 46% de los votos, queda por ver cuanto conserva de ese capital.
Las relaciones Chile – Perú transitan por una calzada de dos vías. Por una, tenemos la demanda por el límite marítimo que ha presentado el Perú ante el Tribunal de La Haya. Por otra, los gobiernos de Alan García y Sebastián Piñera han hecho todos los esfuerzos por mostrarse mutua simpatía y tratar de dejar el diferendo reducido al ámbito jurídico. ¿Qué le conviene a Chile? ¿Menos brindis y más asertividad en la relación? ¿O dejarlo todo en manos de los abogados?
En un horizonte de incertidumbre electoral, a mediano plazo tenemos tres cosas ciertas: el juicio de La Haya continuará (se prevé que en 2013 se falle); nadie puede asegurar quién será el próximo gobernante del Perú; y, finalmente, Alan García se va dentro de pocas semanas y su partido, el APRA, ni siquiera compite en estas elecciones presidenciales.